María Forqué vino al mundo en 1990 y se convertiría en la única hija de la desaparecida actriz Verónica Forqué. La niña nació fruto de la larga relación que la actriz mantuvo con el director de cine Manuel Iborra, una relación que se rompería cuando María ya había cumplido los 24 años. Pero lo que no se rompió jamás fue el vínculo que unía a esta madre con su hija. La actriz h ablaba maravillas de su María siempre que se le preguntaba. La describía como una persona inteligentísima y madura, independiente, transgresora, de hecho, mucho más transgresora que ella misma, y eso es mucho decir para una ex chica Almodóvar. En lo que no entró nunca fue en explicar todas las polémicas que ha suscitado el camino artístico que María Forqué ha tomado, empezando por el nombre que escogió para presentarse al mundo: Virgen María.
Aunque hoy María Forqué pueda presumir de tener una carrera bien fundamentada en la provocación gracias a su « Virgen María» y esos desnudos que la expulsan a menudo de Instagram, la realidad es que para el común de los mortales la joven artista que (sí, estudió Bellas Artes) se dio a conocer en el anuncio con el Loewe pretendía modernizar su imagen allá por 2012 y acabó convertido en meme nacional. María era la joven con la cabeza medio rapada que se codeaba con los jóvenes cachorros de la jet set patria.
Tras algún que otro coqueteo con el mundo del cine y una visita a Tailandia que duró dos años y en la que poco menos que vio la luz, María regresó a España con las pilas cargadas, un novio faquir y un alter ego que le está reportando beneficios de miles de euros en OnlyFans. Fotos, performance, sesiones como Dj.... nada se le escapa a la polifacética hija de Verónica Forqué.
Y en medio de todo ello, el ruido, los «escándalos» si es que aún hay que escandalizarse por una artista que posa desnuda y emplea su cuerpo para expresarse sumergiendo en una bañera llena de lo que parece sangre o que le da la gana de desfilar por la alfombra roja del Festival de cine de Málaga con un vestido transparente del mismo color de su piel. Hoy María tendrá que superar un día triste, la posmodernidad ya la ha superado: sus obras de arte se venden como NFT y se la puede encontrar hasta en Twitch. Como hubiera dicho su propia madre, María es una valiente.