Fue en 2015 cuando Elsa Pataky y Chris Hemsworth decidieron decir adiós a las soleadas colinas de Hollywood para decir hola a las exóticas playas de Byron Bay, Australia, tierra natal de él. Una decisión que la pareja tomó pensando en sus tres hijos, India Rose y los gemelos Tristan y Sasha. «Queremos que vivan en contacto con la naturaleza, que sean libres», explicaba Elsa en su momento.
Desde entonces, pocos detalles son los que han trascendido de la vida que llevaban sus hijos. ¿A qué colegio van? ¿Cuáles son sus aficiones? Aunque la prensa australiana nos ha dejado alguna instantánea de la familia al completo paseando por el centro de Byron Bay descalzos (algo que ya da una idea del estilo de vida hippie que han abrazado), lo cierto es que poco más sabíamos de cómo estaban creciendo los hijos de Thor (perdón, Chris) y de Elsa.
Sin embargo, y gracias a la cuenta de Instagram de Elsa Pataky, hemos descubierto que su hija mayor apunta maneras de it girl ecuestre y quizá pueda seguir los pasos de Marta Ortega, Carlota Casiraghi o Athina Onassis.
No lo decimos nosotros, lo dice la propia madre de India Rose, Elsa. La actriz no ha podido dejar de compartir lo orgullosa que está de su primogénita, quien no para de conquistar sus primeros premios como amazona. Una pasión que practica desde muy pequeña y que ha heredado de la actriz española. Casi a diario India Rose monta a caballo y perfecciona su técnica de manera profesional gracias a que ya es miembro del Pony Club Australia.
Esta organización ecuestre, con más de 800 clubes en activo y más de 40.000 miembros, es la más grande de Australia y en sus campeonatos y gymkanas es donde India Rose está comenzando a destacar. «Promovemos los más altos ideales de deportividad, civismo y lealtad, cultivando así la fortaleza del carácter y la autodisciplina de nuestros alumnos. Además, inculcamos en los jóvenes el amor por sus caballos, el sentido de la responsabilidad y la aceptación de la responsabilidad por el cuidado adecuado de sus animales», aseguran en su página web.
Un deporte de élite solo al alcance de los bolsillos más privilegiados y quizá por eso lo suelen practicar en su mayoría miembros de la realeza, la aristocracia o de las grandes familias que dominan las empresas multinacionales. Pero está claro que el dinero no es problema en la familia Hemsworth Pataky cuando además la propia Elsa cuenta en casa con sus propios caballos.
Prueba de su buen hacer en este ámbito fue la invitación que recibió el año pasado desde el Salón Internacional del Caballo de Pura Raza Española celebrado en Sevilla. Para recoger el premio a su proyección internacional y a su afición a los caballos, Elsa apareció montada a lomos de un precioso ejemplar. Horas antes, la actriz y sus tres hijos habían visitado el rancho El Rocío, propiedad de los hermanos Ángel y Rafael Peralta, dueños de la Yeguada Agrícola Peralta.
«Para nosotros ha sido un privilegio que estuviera con sus hijos disfrutando de nuestros caballos. Elsa demostró sus grandes conocimientos en doma y equitación», dijeron de manera pública desde la finca. Según se confirmó también en su momento, India disfrutó de una clase magistral de la mano de uno de los mejores instructores de la finca y la pequeña no tuvo ningún problema desenvolviéndose con los caballos.
Desde que Elsa Pataky y Chris Hemsworth llegaron a Australia ambos se aseguraron de que en su casa hubiese suficiente espacio para poder criar caballos y tener todo tipo de animales. A día de hoy se sabe que en su propiedad habitan decenas de caballos, ponis, un lagarto dragón barbudo, gallinas, gallos, conejos de indias, burros y unos 50 peces aproximadamente.
La propiedad, que construyeron en la lujosa zona de Broken Head (a 12 km de Byron Bay), cuenta con impresionantes vistas a Seven Mile Beach, cinco habitaciones y cinco suites, una piscina infinita de 50 metros de largo, spa, gimnasio, sauna, una sala de cine e incluso presume de tener una mudroom, una sala en la que dejar los zapatos y abrigos antes de pasar a la vivienda propiamente dicha. Con una superficie de 900 metros cuadrados se estima que su valor, a día de hoy, es de 80 millones de euros.