La infanta Cristina no es la única: Marisol, Marta Chávarri o Lucía Bosé también sufrieron por una infidelidad trágica, escandalosa y de portada de revista

Mal de muchos consuelo de infieles puede pensar la infanta Cristina tras la gran pillada de Semana a su todavía marido Iñaki Urdagarin. Por si le sirve de consuelo (que lo más seguro es que no), la hermana de Felipe VI no ha sido el único personaje público que se ha enterado por la prensa de un tema importante de pareja. Sin duda el ejemplo más doloroso fue el de Marisol y la gran traición de Antonio Gades. De hecho, es tan fácil dinamitar una relación con una imagen publicada en los medios que incluso se usa como arma arrojadiza, como hizo Alessandro Lecquio cuando se vengó de Mar Flores filtrando las imágenes de su relación secreta en el peor momento para la modelo. Vamos a hacer un repaso de las peores «traiciones» que se han visto retratadas en las portadas de las revistas y han hundido una relación para siempre.

Desde que fue descubierta por la prensa rosa nacional en su boda con el marqués de Cubas, Fernando Falcó, en 1982, la jovencísima Marta Chávarri , hija de diplomático y fiestera de la jet set, se convirtió en la niña mimada de las portadas. Todos querían copiar su estilo que marcó una época. Era omnipresente en las fiestas de la alta sociedad y en las portadas de las revistas. Por eso sorprendió tanto la torpeza de ser descubierta por los paparazzis cometiendo el desliz que le costaría el divorcio.

El 11 de febrero de 1988 la revista Diez Minutos publicó en portada unas fotografías que mostraban a Marta Chávarri saliendo de un hotel de Viena junto a un hombre que no era su marido. El hombre en cuestión era también conocido: Alberto Cortina, consejero delegado de Construcciones y Contratas y, además, un hombre casado, concretamente con la multimillonaria Alicia Koplowitz. A la semana de publicarse las imágenes del affaire Marta Chávarri y el marqués de Cubas anunciaron su divorcio. Llevaban siete años juntos.

Que el torero Luis Miguel Dominguín era un infiel por naturaleza no era ningún secreto ni en la España de los 60 ni ahora. Pero a la increíble Lucía Bosé algunos de sus famosos deslices le dolieron más que otros y el último y definitivo tuvo su propia portada de revista y escándalo incluido en la revista Garbo en 1970.

Lo de la modelo y actriz italiana con el torero amigo de Franco fue amor a primera vista, cuentan que Luis Miguel Dominguín, le pidió matrimonio a Lucía Bosé incluso antes de darle el primer beso. El matrimonio estuvo siempre en crisis por las constantes infidelidades de él que Lucía Bosé aguantaba más o menos estoicamente hasta que produjo con la mujer que Lucía Bosé menos se esperaba: Mariví Lucas, una prima del torero a la que había criado casi como a una hija y que era 20 años más joven que él.

La relación de Mariví y Luis Miguel dinamitó el matrimonio con una Lucía Bosé exigiendo el divorcio a punta de escopeta. La portada en la revista Garbo (que tuvo que ser retirada de los quioscos por escandalosa) con el torero y la joven sentada en bikini en su regazo fueron la gota que colmó el vaso.

Llovía sobre mojado y al final Ágatha Ruiz de la Prada, diseñadora, marquesa de Castelldosrius y baronesa de Santa Pau, se empapó. Su romance con Luis Miguel Rodríguez, alias «el chatarrero» por ser el propietario de Desguaces La Torre, y rebautizado por Ágatha como «el reciclador» era asiduo de la prensa del corazón aunque ninguno era un desconocido para este tipo de medios, ella por su divorcio de Pedro J. él porque figuraba en el currículum amoroso de Carmen Martínez Bordiú.

Pero no pudo ser. Ya en enero de 2019 Ágatha Ruiz de la Prada salió al paso de unas fotos que mostraban al empresario tomando de la cintura a la presentadora Silvia Fominaya. En noviembre de 2019 a la baronesa ya no le quedaban ganas de defender a su pareja. Las imágenes publicadas en la portada de Lecturas que mostraban a Luis Miguel Rodríguez besándose con una mujer (ex de Kiko Rivera) acabaron con la diseñadora «mandando a paseo» a su entonces pareja.