Isabel Sartorius ha vivido toda su edad adulta bajo la sombra de su leyenda como primera novia del rey Felipe VI. Su vida sentimental no ha sido afortunada. /
La crónica social española no está falta de perfiles trágicos, sobre todo de mujeres que contra todo pronóstico han experimentado todo tipo de tormentos. Isabel Sartorius puede ser una de ellas, a tenor de lo que ella misma narró en su libro 'Por ti lo haría mil veces', donde detallaba la adicción de su madre, Isabel Zorraquín . La hija del marqués de Mariño comenzó además su vida sentimental como novia del entonces príncipe Felipe. Los hombres que vinieron después se encontraron con un listón bien alto. El último fue César Alierta.
Contra todo pronóstico, el romance entre Isabel Sartorius (58 años) y César Alierta, ex presidente de Telefónica y un hombre que tuvo un inmenso poder en España, probablemente más que el mismísimo rey Felipe VI , fue un éxito. Estuvieron juntos solo tres años, pero lograron transformar su relación en una amistad leal. De hecho, ella le acompañó durante los peores trances de su enfermedad en los últimos años. Alierta ha fallecido hoy en Zaragoza, su ciudad natal, a los 78 años.
Tras su romance juvenil con Felipe de Borbón, no aceptado por Casa Real debido al divorcio de sus padres y al perfil, problemático, de su madre, el perfil de Isabel Sartorius se tiñó de cierto halo melancólico. Fue casi siempre una mujer de triste figura, bellísima pero sin suerte en el amor. Antes del príncipe de Asturias había tonteado con un amigo suyo, Ricky Fuster, y después salió con Gerardo Lorenzo (hermano del actor Luis Lorenzo), el empresario Fernando Ballvé y con José María Cano, entonces cantante y compositor en el grupo pop Mecano.
No fue hasta 1996 cuando Isabel Sartorius anunció que había encontrado al hombre con el que fundar una familia: Javier Soto Fitz-James Stuart, sobrino de la duquesa de Alba y conde de Montalvo. Él tenía 30 años y ella, 32. Luego supimos que ella se quedó embarazada un mes después de conocerse: en 1997 nació Mencía . Vivieron en Londres, donde él trabajaba como financiero. Se separaron en 2001 y, en 2003, Soto se casó con María Chávarri, con la que tuvo otros dos hijos. Se divorció en 2016.
«Lo nuestro fue un encuentro emocional fortísimo, congeniamos muy rápido», contó Isabel Sartorius de su relación con Javier Soto , en el libro de memorias que publicó en 2012. «No nos casamos. De hecho, ni siquiera vivimos juntos el tiempo que pasé en Londres. Javier había sido muy sincero conmigo al decirme que no se veía preparado ni para ser padre ni para casarse». En ese mismo año, posó a su adolescente hija Mencía en 'Hola'. «Soy muy parecida a mi padre, muy tranquila y reservada, y es mi madre la que me estimula, despierta mi curiosidad y me abre puertas. Dice que quiere que tenga mundo», decía allí la joven.
La vida profesional tampoco dio demasiadas alegrías a Sartorius, pues no logró encontrar en sus años de juventud una vocación a la que entregarse con pasión. Formada en Ciencias Políticas en la Universidad de Georgetown (Washington), comenzó como relaciones públicas en el grupo KIO, del cuestionado financiero Javier de la Rosa, pero lo dejó porque le pedían acompañar a las esposas de los clientes árabes en sus visitas a Madrid. Fue publicista para el 'Washington Post' antes de que su romance con Felipe de Borbón hiciera saltar todo por los aires.
César Alierta fotografiado en 2017, el año en el que inició su romance con Isabel Sartorius. /
Quiso hacer carrera como diseñadora de una firma de bolsos que no salió bien y fue colaboradora de un programa de televisión, 'Espejo Público', y hasta debutó como actriz de cine con un breve cameo en la película '¿Qué te juegas'? (2019), de su íntima amiga Astrid Gil-Casares. La salud tampoco ha acompañado a Isabel Sartorius, quien en 2002 sufrió una depresión que le produjo un trastorno de la alimentación. Su última actividad tiene que ver con el 'coaching' emocional, aunque ha mantenido como representante para asuntos del 'showbussines' a Susana Uribarri.
Isabel Sartorius y César Alierta se conocieron en 2017, en un viaje de cooperación organizado por la Fundación Telefónica a Nigeria. Él ejercía de presidente de la fundación, tras haber presidido la compañía entre 2000 y 2016, y ella acudía como profesional del 'coaching'. Alierta pasaba entonces por un momento delicado, pues había perdido en 2015 a su esposa, Ana Cristina Placer. Pese a la diferencia de edad, ella tenía 53 y él, 73, se obró el flechazo.
La relación pudo ser feliz y serena de puertas adentro pero problemática más allá de la puerta. La presión mediática que acompaña a Isabel Sartorius desde su romance con el rey Felipe no colaboró en dar estabilidad a este romance maduro. César Alierta no quería verse en las revistas del corazón, pero la pareja decidió continuar contra viento y marea y se fueron a vivir juntos. Les fotografiaron asistiendo a conciertos (el de Joan Baez, un homenaje a Cecilia) y saliendo de restaurantes, pero lo que fue pasión se transformó en amistad. Pasaron el confinamiento por el coronavirus separados y la distancia ahí creada fue insuperable.
El enfriamiento de la relación fue bien recibido por la familia, preocupada por la debilitación de la salud de él debido a problemas cardiovasculares y respiratorios. Tras la ruptura definitiva en 2021, Isabel Sartorius se mantuvo cerca de César Alierta y le acompañó durante el gravísimo trance de un ingreso hospitalario en el que llegaron a inducirle un coma para facilitar su recuperación. El abogado y ejecutivo sufrió dos infartos seguidos.
Una foto reciente de Mencía, la hija veinteañera de Isabel Sartorus y Javier Soto Fitz-James Stuart. /
Pese a la distancia, pues él se trasladó a vivir a Zaragoza, más cerca de su familia, mantuvieron el contacto y siguieron viéndose como amigos. De hecho, él la asistió en todas sus necesidades y cuidados a raíz de la operación de cadera que Isabel Sartorius sufrió en la Navidad de 2022. Meses antes, había alquilado una casa de vacaciones en Sotogrande en la que Isabel pasó sus vacaciones, aunque apenas se dejaron ver el público.
Sola otra vez, Isabel Sartorius dejó la gran casa de Chamberí que había alquilado para vivir más cómodamente su romance César Alierta y se trasladó a un piso más pequeño, en el mismo barrio. Mencía, su única hija , vivía entonces en Londres junto a su padre. Hoy ya reside en Madrid, donde trabaja en Iberdrola. Sale con el rejoneador y empresario Luis Valdenebro y asiste a todas las citas de 'los cachorros' de la alta sociedad. No tiene, sin embargo, el seguimiento mediático que sufrió su madre, ahora rota de dolor por el fallecimiento de su último amor.