Jeannine Girod, la primera mujer de Carlos Falcó que le abandonó por el presidente del Real Madrid y perdió la custodia de sus propios hijos

Se casó con solo 20 años con un marqués que solo pensaba en sus viñedos. Jeannine Girod, testigo de la revolución hippie en California, tuvo que dejar a Carlos Falcó, un enamorado del campo, por un hombre enamorado de las fiestas de Madrid. Perdió la custodia de sus dos hijos.

Su vida comenzó muy pronto, como la de tantas mujeres de la época. Por suerte, supo reconducirla cuando comenzaba a echarse a perder en vez de refugiarse en la resignación, otro signo de aquellos tiempos. Jeannine Girod, en realidad María de Pilar Juana Girod del Avellanal, nació en Ginebra (Suiza) en 1943, en una familia de la jet set europea que había hecho fortuna en el negocio de la relojería y las joyas. Su hermana, Marta Girod, se casó con Rudy Bay, el fundador de la compañía aérea Spantax y amigo personal del rey emérito Juan Carlos. Jeannine tampoco se casó mal: con solo 20 años conoció a Carlos Falcó, seis años mayor, en un guateque que también frecuentaban las hermanas Koplowitz y el actual duque de Alba. Ella era una de las pocas españolas que lucía Chanel en la época franquista y él, un seductor marqués de Griñón.

Se casaron rápidamente, un 6 de diciembre de 1963 y se trasladaron a California, donde ya explosionaba la cultura hippie. Carlos quería ampliar allí sus estudios de Economía Agraria. Como regalo de boda, recibió del padre de la novia un Maserati. Noviazgo, boda y maternidad sucedieron a velocidad de vértigo. El primer niño vino al mundo inmediatamente, como solía suceder entonces. En 1964 nació Manuel, el actual marqués de Castel-Moncayo (el título se remonta al siglo XVII y es más antiguo que el marquesado de Griñón que recibió Tamara), hoy un reputado banquero en la City de Londres. Alejandra (Xandra Falcó), su segunda hija y la actual marquesa de Mirabel, nació a la vuelta de la pareja a España, en 1967.

¿Quién es Jeannine Girod?

Ya instalada en la finca familiar, Jeannine Girod se hizo a la idea de lo que sería su futuro con un hombre totalmente entregado al campo, su pasión. En realidad, nada fuera de lo común en una época en la que las mujeres no vivían mucho más allá de su casa, sobre todo en las familias en las que ellas no trabajaban. Pero, claro, la revolución hippy no había pasado en vano por la marquesa de Griñón y volver a la opresiva España franquista no debió hacerle demasiada gracia. Por no hablar de que tenía solo 27 años cuando se le cruzó un nuevo amor y salió tras él. Era Ramón Mendoza.

A finales de los años 60, el empresario Ramón Mendoza ya demostraba pertenecer a la saga de los truhanes y señores, un divertido pícaro de la noche de Madrid amigo del rey emérito Juan Carlos y, de 1985 a 1995, mítico presidenta del Real Madrid. Carlos Falcó no llevó nada bien la ruptura con Jeannine Girod y, de hecho, la separación fue traumática para la familia, sobre todo para los dos hermanos. El divorcio tampoco fue amigable, aunque al final se llegó inevitablemente a un acuerdo y se consiguió hasta la nulidad eclesiástica. El precio que Girod pagó por recuperar las riendas de su vida y disfrutar de la vida social y cultural de la capital fue alto: el marqués de Griñón consiguió la custodia total de los niños, algo bastante raro en aquellos años y aún hoy.

Dónde vive Jeannine Girod

Su relación con Ramón Mendoza no fue un capricho ni un remedio contra el aburrimiento: se prolongó durante quince años, con una interrupción de la que tomó nota toda la prensa del corazón de la época. Fueron dos años en los que el madridista inició un romance con Naty Abascal, la ex modelo y musa de Valentino que aún no se había casado con el duque de Feria. Casualmente, Carlos Falcó también tuvo un affaire con Abascal cuando se separó de Jeannine. Tras romper con Ramón Mendoza, Jeannine Girod decidió volver a Baja California, donde vive parte del año en una villa con vistas al mar y, además, retomó la vocación de diseñadora de joyas que aprendió de niña en el negocio familiar. Con motivo del reciente fallecimiento de Jaime Carvajal, marido de su hija Xandra, y de Carlos Falcó, marqués de Griñón, hemos visto que continúa muy unida a sus dos hijos y que sigue siendo un gran apoyo, sobre todo para su hija.