Casada con uno de los hombres más ricos del planeta, discípula de Anne Wintour y anfitriona de la fiesta a la que todo el mundo quiere acudir en la Semana de la Moda de Nueva York, Lauren Santo Domingo es la inspiración de las herederas que desean brillar en el mundo de la moda, desde Marta Ortega a su propia sobrina política, Tatiana Santo Domingo.
En la actualidad Lauren Santo Domingo se codea con soltura con los Hilton, los Rothschild, los Getty y las princesas europeas de ascendencia griega, británica o alemana ( von Thurn und Taxis incluidas) en saraos que ella misma organiza a lo largo y ancho del planeta. Con quién seguro que ya no se habla es con su amiga de juventud, Ivanka Trump.
Pero aunque forme parte de todos los front rows, todos los desfiles parisinos y no parisinos, y abrace por igual a Mario Testino o a Valentino, Lauren Santo Domingo es 100% discreción: nadie la ve hasta que ella no quiere deslumbrar.
El currículum familiar de Lauren Davis (su apellido de soltera) no hacía presagiar que se convertiría en el animal de la alta sociedad que es hoy. La joven Lauren creció en Greenwich, Connecticut, en la década de 1980. Su padre, Ronald V. Davis, era el fundador y director ejecutivo del Grupo Perrier en Estados Unidos, un hombre de negocios que viajaba mucho a Francia y que llevaba a su hija adolescente a sus viajes a Europa.
En París Lauren descubrió el mundo al que quería pertenecer. «Veía destellos de lo que podía ser la vida. Luego volvíamos a Greenwich, un lugar tan pequeño, conservador, en el que todo tenía que ser perfecto... En París compraba pequeños cuadernos y bolígrafos y eso era lo más loco que podía hacer».
A pesar del aburrido panorama, Lauren Santo Domingo supo sacar partido de su herencia vital, la creatividad de su madre, Judy Davis, y el olfato (y la agenda) de su padre. Cursó sus estudios de historia en la Universidad del Sur de Carolina para acabar en Nueva York haciendo el increíble combo de entrar como asistente en Vogue para convertirse en estilista y acabar siendo editora. De ahí dio el salto a las firmas de lujo y publicista de Carolina Herrera.
Pero la gran campanada social la daría en 2008 al casarse con el rico heredero que le daría su apellido de casada: Andrés Santo Domingo, a la postre, tío de Tatiana Santo Domingo, la esposa de Andrea Casiraghi.
A pesar de que Andrés formaba parte de la misma jet set neoyorquina por la que Lauren ya se paseaba desde hacía años, la pareja se conoció en París en 2001. El destino quiso que ambos fueran los únicos que reservaron mesa en el Cabaret Milladaire una noche que los unió para siempre.
La boda llegó siete años más tarde y fue celebrada en Cartagena de Indias en enero de 2008. Aún se recuerda como una de las más espectaculares que se han vivido en Colombia y Vogue dedicó al evento 10 páginas de revista. La novia llegó a la iglesia de Santo Domingo en un carruaje, bajo un sol de justicia, envuelta en 120 metros de gasa y con un perímetro de seguridad de tres manzanas.
Los 400 invitados a la ceremonia disfrutaron de tres días de fiesta y la posibilidad de ver cómo la novia cortaba la falda del segundo vestido que el diseñador de Nina Ricci, Oliver Theyskens, había realizado para ella para bailar más cómoda.
Otro vestido, esta vez de Prada, le dio en 2010 la idea para montar su propio negocio: Moda Operandi. La web nació con la vocación de convertirse en una manera rápida para acceder a las últimas creaciones de alta costura ofreciendo la posibilidad a los VIPs de realizar preorders de los diseños que se verán en las principales pasarelas del mundo.
Con el tiempo, y tras el despido y abandono de la directora de márketing, la directora general y la jefa de producto, Lauren Santo Domingo puede presumir de haber creado una criatura a su imagen y semejanza que descubre nuevos talentos a su riquísima cartera de clientes y que ofrece compras de lujo y personalizadas en espacios de París, Londres, Nueva York, Hong Kong…
Vídeo. TaTiana Santo Domingo, el estilo boho de la nuera de Carolina de Mónaco
Y por si le faltara algún detalle a su perfil de animal social imprescindible, Lauren Santo Domingo es una adicta a las redes sociales. Su cuenta de Instagram es un manual de estilo, pero es su cuenta de Twitter la que más gossip genera.
«Lo único que no me pondría nunca es una gorra roja con el lema Make America Great Again», afirmó una vez. El tuit que le dedicó a Ivanka Trump esta semana dejó claro que seguía pensando lo mismo sobre el ex presidente y su legado. « Ivanka Trump, estás especialmente callada este día. Las amigas de preparatoria que te llevaron a que te practicaran un aborto no lo están», escribió. Al poco tiempo borró el tuit. La única vez que la princesa de la moda neoyorquina reconoce haber patinado.