Lourdes Beatriz Montes Parejo , sevillana de pro y una de las celebrities que más alegrías nos da con sus trajes de flamenca, forma parte por méritos propios de la aristocracia del toreo, esa que nos proporciona mujeres «de bandera» como Eva González o Virginia Troconis .
La abogada reconvertida en diseñadora, estilista, bloguera de moda y epítome del saber estar frente a los medios y frente a la ex de su marido, la pluscuamperfecta Eugenia Martínez de Irujo , unió su vida para siempre a los titulares de la prensa rosa en cuanto su mirada se cruzó hace más de 10 años en una feria de Abril con el torero con mayor fama de ligón de España en aquel momento: Francisco Rivera Ordóñez .
Él ya había pasado por mucho tras su boda y posterior divorcio con la hija de la duquesa de Alba, Eugenia Martínez de Irujo , pero desde el primer segundo parece que el torero tuvo claro que acababa de conocer a la mujer con la que pasaría por el altar por segunda vez.
Lourdes Montes, por su parte, no lo vio tan claro, pero tuvo la suficiente serenidad como para darle al padre de Tana Rivera una segunda oportunidad. Y es que repasando la historia vital de la sevillana es fácil apreciar que es una persona capaz de superar los obstáculos de la vida con la cabeza fría.
Sin poder rivalizar con la glamourosa e histórica casa de Alba, la familia de Lourdes Montes también tiene su propia fama en la sociedad sevillana.
Francisco Rafael Montes, su padre, era abogado de Telefónica y su madre, Lourdes Parejo, trabaja en un centro sanitario. Pero sin duda el familiar más famoso del árbol genealógico familiar es su tío, el cantante José Manuel Soto.
A la edad de tan solo 11 años Lourdes Montes tuvo que hacer frente al primer gran obstáculo de su vida: su padre falleció y al ser la mayor de los tres hijos del matrimonio Lourdes sintió la necesidad de madurar de forma muy temprana. Lourdes Montes tiene dos hermanos, Francisco Rafael (más conocido como Curro) e Isabel Candelaria, su socia en los negocios a la que todos conocen como Sibi.
Quizá en homenaje a su padre perdido Lourdes Montes quiso hacerle el mejor homenaje póstumo y escogió estudiar Derecho. De hecho se licenció y hasta trabajó en un despacho de abogados, pero conocer a Fran Rivera y decidir que quería mantener una relación con él la animó a tomar otra decisión que también le cambiaría la vida: la de emprender su carrera como diseñadora.
Antes de aquella Feria de Abril en la que ambos coincidieron, Lourdes Montes reconoce haber forrado en algún momento su carpeta de adolescente con fotos del que acabaría convirtiéndose en su marido y padre de sus dos hijos. Pero la relación entre el torero y la joven abogada no tuvo un comienzo muy prometedor.
Se conocieron un martes de 2011, quedaron para verse de nuevo un jueves pero ella impuso una condición, que él no se quitara el casco de motero para que nadie le reconociera.
A pesar del casco el torero debió de ser convincente porque el coqueteo entre ambos comenzó en aquella cita extraña, eso sí, sin gran entusiasmo por parte de la familia de ella y para desgracia del novio que ella tenía en aquel momento.
«Mi madre me dijo que lo dejara, directamente. Me llevaba 10 años, torero, famoso, ligón, separado, con una trayectoria un poquito complicada», explicó Lourdes Montes en una de las escasas entrevistas que ha concedido.
Al final el torero se acabó ganando a su suegra tras tres años de noviazgo que culminaron con una boda civil en Ronda el 14 de septiembre de 2013 y una ceremonia religiosa el 12 de julio de 2014 en Triana.
Con la boda Lourdes Montes hizo un doble «salto mortal», no solo se unía a un hombre con una fama de infiel que arrastró incluso durante su matrimonio con Eugenia Martínez de Irujo por las peores páginas de la prensa rosa, sino que se atrevió a debutar ante el mundo como diseñadora confeccionando su propio vestido de novia.
Recogiendo el testigo de su abuela, que hacía trajes de flamenca, Lourdes Montes fundó su propia marca de vestidos de novia e invitada junto a su hermana Sibi Montes. Hoy se siente tan cómoda en su papel de diseñadora que hasta aspitra a que la reina Letizia lleve en alguna ocasión alguno de sus modelos.
Y eso que no todo le ha salido bien en las pasarelas. La primera firma que creó se llamaba Analilen y el debut de la misma se hizo por todo lo alto con la ceremonia que publicó el Hola a todo trapo.
Lamentablemente el vestido que llevó Lourdes el día de su boda no fue el más acertado de los looks nupciales y la propia Lourdes Montes así lo reconoció, eso sí, años más tarde. «Ahora mismo no me pondría algo así, pero en su momento me gustó», confesó en su cuenta de Instagram en 2018.
La firma de trajes de novia Analilen que Lourdes Montes fundó con su hermana Sibi no consiguió el éxito que esperaban las hermanas que dieron por cerrado el negocio en 2017. Justo en ese momento Fran Rivera a anunció su retiro de los ruedos.
Pero Lourdes Montes ya tenía en marcha su siguiente proyecto como diseñadora de trajes de flamenca, una firma esta, Miabril, que por lo menos ha sobrevivido a la pandemia. El próximo día 26 de enero sus nuevas creaciones desfilarán en la Semana Internacional de la Moda Flamenca de Sevilla
Lo que también ha sobrevivido contra viento y marea es el matrimonio de Lourdes Montes con Fran Rivera. A pesar de las polémicas (como la producida por la herencia de Paquirri), de la grave cornada que sufrió el torero en 2015 y que coincidió con el nacimiento de la primera hija de la pareja, la pequeña Carmen, y de las «peleas» por la custodia de Tana, la hija del diestro con Eugenia Martínez de Irujo, Lourdes Montes ha sabido sobrevivir a su travesía por el panorama rosa con la cabeza fría y sin un mal gesto. A fecha de hoy, todos lo adoran, desde su marido a la hija de éste hasta la propia duquesa de Montoro que la califica como «una monada de niña».
20 de enero-18 de febrero
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