Nominada a la categoría de Mejor Aactriz a los Goya 2024, cuya alfombra rosa va a estar repleta de looks maravillosos, Malena Alterio llegó a Madrid con unos pocos meses, ocho para ser exactos. Había nacido en Buenos Aires, el 21 de enero de 1974, pero su familia tuvo que huir de las amenazas de muerte que había recibido su padre, el actor argentino Héctor Alterio, por parte de un grupo paramilitar. Faltaban dos años para el golpe militar. El actor, que hoy tiene 94 años, recibió un Goya de Honor en 2004.
Tiene ascendencia italiana: sus padres eran originarios de la localidad de Carpinone, en el sur de Italia. La madre de Malena es la psicoanalista, coach y escritora Angela Baicaicoa. Su hermano mayor es el también actor Ernesto Alterio, al que admira mucho, según ha contado la actriz a menudo.
Sin duda por el influjo familiar, Malena ya supo en la adolescencia que quería ser actriz. Estudió en la Escuela de Cristina Rota, una reconocida maestra de actores y madre de Juan Diego Botto, durante cuatro años, alguno de ellos compaginándolo con el Bachillerato. «Mi padre no me ha enseñado la técnica teatral», ha contado, «pero sí he visto la manera que tiene de comportarse frente al trabajo y a la profesión. Y cómo hay que tomarse las cosas, porque esto es una carrera de fondo. He aprendido a relativizar los proyectos».
Malena adora a su familia y comparte numerosas fotos en sus redes sociales de sus padres y su hermano. Y ha compartido una curiosa anécdota: su madre les recomendaba, a ella y a su hermano, que se sacaran la licencia de taxista, por si no conseguían trabajo en los castings. Malena también aprendió de su tía, la actriz argentina exiliada, Norma Baicaicoa, que organizaba talleres de interpretación teatral en Madrid.
Según ha contado la actriz, empezó haciendo animaciones en centros comerciales. La otra pasión de su vida es la danza –se formó en clásica y contemporánea, en la escuela de Carmen Senra–. También toca la flauta y canta. Se casó en 2003 con el también actor Luis Bermejo, pero se divorciaron en 2016. A pesar de la ruptura han trabajado juntos últimamente en la obra «Los que hablan», dirigida por Pablo Rosal. En cualquier caso, Malena siempre ha sido muy discreta sobre su vida privada y sus relaciones. Hoy por hoy parece que sigue sin pareja.
Ella misma ha descrito su dedicación al cine, el teatro y la televisión como el tránsito de «una hormiguita», haciéndose muy querida al público –y a la profesión– por sus papeles en drama, comedia y series de humor, la más conocida, un clásico ya, «Aquí no hay quien viva», en la que interpretaba a la caótica Belén López. Ha trabajado con Andrés Lima, Cristina Rota o Gerardo Vera, en teatro, y con Pablo Berger, Ángeles González-Sinde o Miguel Albaladejo, en cine.
Este año está nominada a los Premios Goya como mejor Actriz por su personaje de Lucía en la película «Que nadie duerma» (Prime Video), de Antonio Méndez Esparza, basada en la novela de Juan José Millas. Ya fue candidata por su primera película, la comedia «El palo», en 2001, aunque no se lo llevó. Pero ha recogido infinidad de premios en toda su carrera. Este año, ha conseguido el Forqué y el Feroz, por el mismo personaje de «Que nadie duerma». Ahora está de gira por toda España con una obra teatral, «Los amigos de ellos dos», dirigida por Daniel Veronese.
La actriz dice sentirse en un momento de madurez, a sus cincuenta años y no ser ya la misma Malena de hace dos décadas, por ejemplo. La vida le ha ido sirviendo para trabajar los papeles de otra manera y dotarlos de todas las experiencias que ha ido pasando.
Tampoco es ya la Malena que tenía miedo, al comienzo, de que creyeran que estaba en un papel gracias a ser hija y hermana de quien era, o que no estaría a la altura. Pero la atracción de la tradición familiar era más fuerte. Y en la interpretación encontró un espacio de libertad y seguridad personal, tras una infancia complicada, llena de suspensos y de sensación de estar perdida.
20 de enero-18 de febrero
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