Mariah Carey y Luis Miguel, el polémico romance de los 2000 con diamantes, celos y mucho ego que acabó con la diva en rehabilitación (y que puedes ver ahora en Netflix)

El tórrido idilio que protagonizaron Luis Miguel, el Sol de México, y la diva Mariah Carey en los tempranos 2000 duró solo tres años pero dio para mucho anecdotario (con diamantes, historias de celos y clínicas de rehabilitación incluidas) y unos cuantos capítulos de Netflix.

Mariah Carey y Luis Miguel fueron la pareja de los 2000. / instagram

Silvia Vivas
Silvia Vivas

La relación tormentosa, apasionada y polémica de Mariah Carey y el cantante de origen puertorriqueño Luis Miguel fue un auténtico choque de trenes allá en el comienzo de la década de los 2000. Como otros idilios estelares, musicales y destinados al fracaso, duró poco, pero dejó atrás un rico anecdotario recogido migaja a migaja por la prensa del corazón que los sometió a un escrutinio sin precedentes y que ahora aprovecha Netflix en la tercera temporada de su biopic sobre el cantante de rancheras y boleros.

« No nos estábamos ayudando el uno al otro a sanar«, escribió la diva del pop décadas más tarde para explicar por qué su idilio con el Sol mexicano no cuajó y solo duró tres años. Pero la realidad es que ni siquiera empezaron con buen pie. Un agente inmobiliario que los conocía a ambos organizó una cita a ciegas entre las dos estrellas de la música en Aspen en 1998. Y todo comenzó mal.

Cómo comenzó la relación entre Mariah Carey y Luis Miguel

Mariah Carey definió este primer encuentro con Luis Miguel como «traumático». El «Elvis latino», como le gustaba llamarle, estaba borracho como una cuba aunque a ella parece que le molestó más que estuviera despeinado (más que nada porque se empeñó en peinarle). No sabemos si sus intentos de peluquería llegaron a buen puerto porque el encuentro acabó abruptamente con Mariah Carey pidiendo a su hermano que la sacara de allí.

Pero lo mejor de la relación entre Luis Miguel y Mariah Carey siempre fueron los reencuentros, las disculpas y los regalos. Muchos regalos. Detalles excesivos dignos de una escena de Pretty Woman que hacían las delicias de los programas de cotilleo. Y esos regalos comenzaron desde aquella primera desastrosa cita: al día siguiente del encuentro Luis Miguel le envió a la diva un collar de diamantes de Bulgari. Ella se preguntó a sí misma si los compraba por decenas para poder regalárselos a todas las mujeres que le gustaban, pero aún así aceptó el regalo y al pretendiente.

En 1999 la pareja paseó por Nueva York como pareja oficial y el mundo enloqueció: al fin y al cabo eran los cantantes más exitoso de aquel momento. Después llegaron los paseos por media Europa, Argentina, islas caribeñas... Siempre sonrientes, acaramelados, más cursis que un lazo y aparentemente felices los dos se encontraban en lo más alto de su carrera y parecía que iban a llegar aún más allá. Las páginas de las revistas tenían todas las semanas un posado/robado de los amantes y una nueva lista de sus excentricidades.

La relación entre Mariah Carey y Luis Miguel apenas duró tres años. / instagram

Gracias a ello sabemos que él le regaló a ella un piano rojo como el que siempre deseó cuando era niña, que llenó su jet privado de rosas rojas para sorprenderla, que viajaron juntos en un vuelo comercial con una asistente cepillando durante todo el viaje la larga melena de la diva (quizá por eso su obsesión por el pelo de Luis Miguel en su primera cita...), que ella alquiló en un hotel las ocho suites contiguas a la que usaba con el cantante para tener más intimidad.

Por qué y cómo rompieron Luis Miguel y Mariah Carey

Al parecer la relación fluía porque ambos eran cantantes de éxito, estrellas mundiales ... pero quizá dejaron de entenderse precisamente por eso. « Él era el Elvis de la música en español, pero en Estados Unidos la estrella era yo«, aseguró Mariah Carey tiempo después de la ruptura.

En la serie de Netflix también se deja entrever parte de esta lucha de egos, una sugerencia de autoune por ahí, un dueto mal interpretado por allá, y las inseguridades de los cantantes acabaron minando su relación. A la presión mediática, las complicadas agendas y los celos profesionales hay que añadirles otro factor que acabó por estresar la relación: el temor a una infideliad.

Mariah Carey acababa de abandonar su matrimonio con Tommy Mottola cuando cayó en los brazos de Luis Miguel. Al divo del bolero lo sentimental tampoco es que le hubiera ido viento en popa. Pero ambos cargaban con una fama de seductores compulsivos difícil de conciliar con la inseguridad y la distancia.

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Las mismas páginas que hablaban de su idilio le devolvían a Luis Miguel una imagen que no quería ver cuando se quedaba solo: Mariah Carey le era infiel con Eminem (cosa que hasta Eminem desmintió); Mariah Carey le era infiel con un modelo, Mariah Carey le era infiel con su compañero de rodaje de Glitter (que a la postre era el marido de Hale Berry)... Afirman las teorías fan que Luis Miguel no pudo soportar más los celos profesionales y asentimentales y abandonó a Mariah Carey negándose incluso recibirla para cortar con ella cara a cara.

Pero las malas lenguas afirman que él fue el infiel. Da igual a cual de las dos versiones le queramos hacer caso, porque el hecho es que quién acabó en tratamiento psiquiátrico en un centro de desintoxicación tras aquella ruptura fue Mariah Carey, que en un mismo año vio cómo se hundía su carrera musical, su primera película fracasaba estrepitosamente y su exagerado amante latino la abandonaba sin ninguna explicación.

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