Jaime Ostos ha fallecido a causa de un infarto a los 90 años. El torero se econtraba en Bogotá donde había pasado fin de año para asistir a las ferias de Cali y Manizales. Ha sido una noticia inesperada, ya que se encontraba estable de salud, razón por la que se había animado a viajar junto a su mujer, la doctora María Ángeles Grajal a Colombia con motivo de las fiestas navideñas.
Hace más o menos dos años superó el coronavirus, después de haber estado ingresado en la UCI del Hospital de la Zarzuela de Madrid, por lo que su fallecimiento ha pillado por sorpresa a sus seres queridos ya que después de varios meses con una salud delicada, por fin volvía a caminar, algo que sus médicos han calificado como un «milagro».
Jaime Ostos fue uno de los toreros más importantentes de los años 70 y 80. Nos despedimos de uno de los maestros más conocidos en la España de la época, que hizo de su pasión su vida. Estuvo a punto de perder la vida en 1963 en la famosa cornada de Tarazona de Aragón. Llegó a recibir la extremaunción, pero milagrosamente, salió del paso y siguió dedicándose a su vocación. Debutó en el año 1952 en Éjica y más tarde triunfó en Sevilla y en Madrid, donde se le conocería por su arrojo en el ruedo.
Padre de cuatro hijos, Gabriela y Jaime Ostos Alcalá, Jacobo Ostos Grajal y Gisela Ostos Díaz, nos deja de forma repentina, pero como ha confesado su hijo, haciendo lo que más quería y con los suyos, después de haber abandonado hace años la vida pública para dedicarse a su vida personal. Ha sido Jacobo quien ha confirmado esta tarde la triste noticia en el programa Viva la vida, «mi padre estaba genial y ha muerto como quería, bailando con su gente y con el amor de su vida», ha declarado. Jaime fue noticia por sus logros como torero, pero también por alguna que otra desavenencia con sus hijos, peleas que se convirtieron en escándalo en la época y de las que los medios de comunicación se hicieron eco.
El torero estuvo casado en dos ocasiones. La primera con María Consuelo Alcalá Rubio, de la que se separó en 1960. Su segundo matrimonio fue con la doctora María Ángeles Grajal López, con la que seguía conviviendo felizmente hasta el día de hoy.