La tabla de salvación de Cari Lapique en su momento más duro: su hermana Myriam se instala en su casa para apoyarla

Sin duda, 2024 ha sido el año más duro de la vida de Cari Lapique. Primero falleció su marido, Carlos Goyanes , con quien había estado casada toda la vida, una vez este se divorció de Marisol. Después murió su cuñado, Tito Goyanes. Y sin mediar apenas un día, perdió a su hija Caritina . No es de extrañar que su familia esté volcada en ella, especialmente su hermana, Myriam Lapique.

Myriam Lapique también vivió un momento muy complicado cuando murió su marido, Alfonso Cortina en 2020, y ahí estuvo su hermana, Cari Lapique, para apoyarla en todo momento. Al igual que sus hijos, Carlos y Felipe Cortina, empresarios y emprendedores, que, además, le han hecho abuela. Los respectivos nietos de ambas hermanas están siendo un bálsamo para ellas.

Por eso entra dentro de toda lógica la decisión que ha tomado Myriam Lapique, de establecerse temporalmente en casa de Cari Lapique, como ha desvelado a la llegada al showroom de su hermana ante las cámaras de Europa Press. Cari vive en el mismo edificio que residía su hija Caritina, con quien tenía una relación muy estrecha, al igual que su hermana Carla, que la despidió con un emotivo mensaje en las redes sociales. En él, Carla asumía un importante rol famliar, cuidar de sus sobrinos y su cuñado.

Myriam Lapique ha explicado que se quedará una temporada en casa de su hermana Cari, una de las mujeres mejor relacionadas de España, como lo fueron sus padres, el empresario Manuel Lapique, y la socialité Caritina Fernández de Liencres , una de las mujeres más elegantes de nuestro país y a quien llegó a retratar el emblemático Richard Avedon en un viaje a Nueva York que hizo para acompañar a su marido.

Myriam Lapique ha explicado que las noches son difíciles todavía para la viuda de Carlos Goyanes y todo parece indicar que de momento no se plantean volver a la casa familiar en Marbella porque está llena de dolorosos recuerdos. La ciudad de la costa del Sol fue sin duda un lugar de celebraciones y momentos felices y tardarán tiempo en recuperar ese espíritu.

Cari Lapique va recuperando poco a poco su vida normal. Recientemente la vimos en el Bernabéu y que haya recuperado el trabajo es sin duda un claro indicio de que va por buen camino, aunque está en pleno proceso de elaboración del duelo. Su hija, Carla Goyanes, también ha tomado las riendas de la empresa inmobiliaria de su padre, en la que lleva años trabajando con mucha determinación. Según pubicaba Vanitatis, ahora es administradora solidaria de la sociedad en sustitución de su progenitor, una decisión que ha tomado con su madre.

Son muchos los amigos y amigas que han apoyado a Cari Lapique en estos meses, como quedó de manifiesto en la misa de Carlos y Caritina Goyanes , una mujer con fuertes convicciones religiosas, que estaba especialmente implicada en las actividades de su parroquia. La religión le daba mucha fuerza y le hacía muy feliz, como han desvelado varias personas que la conocían y había manifestado ella misma en algunas entrevistas.

La noticia de su muerte fue una auténtica conmoción y las cadenas de televisión cambiaron de inmediato la escaleta de sus programas en directo. En 'TardeAR', Lolita Flores, una de las colaboradoras, sufrió un pequeño ataque de ansiedad porque era mucho lo que le unía a su familia, pues los Goyanes-Lapique eran íntimos de Lola Flores y El Pescaílla y habían compartido muchas vivencias a lo largo de los años.

Al funeral asistieron numerosos rostros habituales de la crónica social, además de familiares y su compungido viudo, Antonio Matos con quien Caritina se había casado tan enamorada . Isabel Preysler asistió con su hija, Tamara Falcó; Nuria González, con su hijo, Iván, que había sido paje de la boda de Caritina en 2008. Tampoco faltaron José María García, íntimo de la familia, Maribel Yébenes, Inés Domecq y Alberto Cortina, con su mujer, Elena Cué, entre otros.