Bianca Brandolini, la ex de Lapo Elkann e íntima de las nueras de Carolina de Mónaco, que lleva la auténtica vida de una rica heredera

Tiene la triada de virtudes que más rabia y seguidores dan en Instagram: es guapa, rica y famosa. Bianca Brandolini, la más mediática del clan italiano descendiente de Gianni Agnelli al que también pertenece su hermana Coco Brandolini D'Adda , lo tiene todo... sin hacer nada en concreto. Al contrario que su amiga la millonaria Tatiana Santo Domingo , con su firma de moda sostenible y eco friendly, o su también íntima Eugenie Niarchos, tan millonaria como la anterior pero con firma de joyas propia, Bianca Brandolini va por libre y no se ha buscado como otras herederas millonarias un oficio-excusa para soltarlo a bocajarro en las escasas entrevistas que concede.

Bianca Brandolini se dedica a querer y dejarse querer. ¿Que quiere lucirse en Instagram en todos y cada uno de los parajes vírgenes y exóticos que posee el planeta Tierra? Pues lo hace. ¿Qué las firmas de ultralujo como Cartier, Dolce&Gabbana o Giambattista Valli la requieren para que sea su imagen? Pues se deja querer y posa. Y en medio de tanto devaneo entre moda, lujo y postureo, la italiana acumula seguidores en Instagram sin ser instagramer, contratos de modelo, sin ser modelo, influencia de «it girl» a una edad que ya no se es «it girl» y experiencias en saraos de postín como la boda royal de Felipe de Grecia y Nina Flohr.

Este es el tipo de vida privilegiada que solo la hija de una princesa francesa-brasileña y un conde italiano puede permitirse. Su madre, Georgina Maria Natividad de Faucigny-Lucinge le legó un amor eterno por Valentino (del que fue musa y colaboradora) y un cutis perfecto con medidas de modelo amazónica. Mientras, su padre, el conde Tiberto Ruy Brandolini di Adda, la ha dotado de un apellido que abre todos los front rows de Europa y el don de poder presumir de ser la sobrina nieta de Marella Agnelli , un auténtico cisne de Capote.

A pesar de su exposición pública en las alfombras rojas de medio mundo, los paparazzis que la persiguen por París, Ginebra y Brasil y su cuenta abierta en Instagram, Bianca Brandolini sigue siendo un misterio. Su perfil oficioso habla de que se la relacionó durante años con su primo segundo Lapo Elkann («se la relacionó», como si nadie les hubiera tomado fotos durante años retozando juntos por las playas de medio planeta). También se habla de que quiso ser actriz y hasta hizo sus pinitos en interpretación en el Studio Pygmalion parisino. ¿Qué fue de su relación con el cine o con su primo? Nadie sabe.

La mujer que lo mismo publicita Cartier en sus redes que la Fundación de Investigación contra el Cáncer poco o nada dice ni de sus proyectos (afirma que es porque es supersticiosa) ni de su vida amorosa ni de sus amistades, entre las que los Grimaldi en pleno van a la cabeza, aunque no tiene problemas para confesar que hace pilates, boxea y corre durante 40 minutos todos los días. Apenas migajas. Pero siempre nos quedarán sus posados en Instagram.