La madre de Iñaki Urdangarin, Claire Liebaert, es uno de los grandes apoyos de su hijo y, hasta ahora, de la infanta Cristina. / gtres

El difícil papel de Claire Liebaert, la madre de Iñaki Urdangarín (y confidente de la infanta Cristina) que vale más por lo que calla que por lo que cuenta

La madre de Iñaki Urdangarín, Claire Liebaert, fue la sorpresa de la boda de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín. Su porte elegante llamó la atención de los medios casi tanto como su papel posterior en la relación de los ex duques de Palma cuando cayeron en desgracia. ¿Pero cómo es esta mujer de 86 años que intenta a toda costa mantener unida a su familia?

El 4 de octubre de 1997 hubo más de un protagonista en la boda de la hija de la reina Sofía y el rey Juan Carlos I. Estaban, por supuesto, los novios, una infanta Cristina deslumbrante vestida de Lorenzo Caprile y un nervioso Iñaki Urdangarín a punto de ser ascendido de jugador de balonmano a duque de Palma. Pero la atención de las cámaras también se fijó en la elegante mujer que escoltó al novio hasta el altar y que posaba en la escalinata vestida de largo: la matriarca del clan Urdangarín, Claire Liebaert Courtain. Para su disgusto, 25 años más tarde, los fotógrafos y periodistas vuelven a fijarse en Claire Liebaert, y aunque ya ha cumplido los 86 años, lo que no ha cambiado en esta «madre coraje» es que sigue ejerciendo de escudo de su hijo más polémico.

Si algo ha caracterizado el papel de Claire Liebaert en su relación con los Borbones ha sido su discreción y su capacidad para hacer piña para proteger a su propio clan. Madre de familia numerosa (siete hijos en total) el empeño de la mujer de Juan María Urdangarin por proteger la intimidad de su familia ha sido encomiable a lo largo de las décadas que ha durado la unión de la infanta Cristina con su hijo. A pesar de estar al tanto de todo, jamás ha contado nada.

Y eso que no lo ha tenido fácil. Cuando el escándalo del caso Nóos estalló, Claire Liebaert se convirtió en el lugar seguro de los ex duques de Palma a pesar de tener sus propias batallas que lidiar, por ejemplo, la de proteger a su esposo, víctima de un ictus y un infarto, de las malas noticas que llegaban desde los juzgados. Finalmente quedó viuda de forma inesperada en 2012 y a pesar del luto a ella acudieron en masa Iñaki, Cristina y sus cuatro hijos cuando fueron expulsados para siempre de las fotos oficiales, las cenas familiares en Zarzuela y los veraneos en Mallorca.

Claire Liebaert se convirtió en el apoyo y la confidente de la infanta Cristina mientras su esposo permaneció en la cárcel, llegó a hablar de ella como de «una hija más». También era la abuela que financiaba la casa de alquiler en la que la hija de la reina Sofía y sus hijos pasaban los veranos en Bidart. Y la madre que empadronó a su hijo en su casa de Vitoria cuando este consiguió por fin el tercer grado penitenciario.

Vídeo. Las infidelidades más mediáticas de las monarquías europeas

Jamás entró a valorar en público los delitos por los que fue juzgado su hijo (evasión de impuestos, fraude fiscal, malversación de fondos públicos…) o l a caída en desgracia de la infanta tras el apoyo incondicional de su matrimonio. Pero en esta ocasión, con el revuelo mediático a su alrededor ¿puede ser que hayamos podido entrever algo de lo que realmente piensa la matriarca de los Urdangarin? Cuando le preguntaron por las fotos de su hijo con otra mujer, contestó «no me sorprenden». Cuando le hablaron de la infanta Cristina, contestó «nada va a cambiar». Mientras en la revista Gala francesa hablan de que la madre de Iñaki Urdangarin está viviendo «un infierno», ella continúa con su dinámica de permanecer casi en silencio. Pero esta vez parece que aunque calla, no otorga.