Quién es Manuela Villena, la brillante esposa de Juanma Moreno Bonilla: número uno de su promoción, flechazo en un congreso y rociera devota

En la biografía oficial de Danza Invisible, el grupo de pop malagueño que encandiló a la juventud de los 80, se cuenta la anécdota que mejor define a la pareja que forman Manuela Villena (42 años), la nueva primera dama de Andalucía, y Juanma Moreno Bonilla (52), el flamante presidente de la Junta, con una mayoría absoluta incontestable. Salva Moya, su autor, desvela que en su noche de bodas, en vez de violines o fuegos artificiales, el novio le cantó a su Manu 'Sabor de amor', el eterno hit romántico-gastronómico de la banda. Una manera tierna de salirse de la tradición, pero sin romperla. Fue la guinda de un flechazo que saltó a la vista en el Congreso Nacional del PP en 2004. Unidos, no podía ser de otra manera, por la política .

Manuela Villena acudió al congreso como representante de Nuevas Generaciones de Granada. Moreno Bonilla ya era diputado nacional. Cuentan quienes asistieron a aquel congreso que no se quitaban los ojos de encima ni se detenía su conversación. La conexión fue evidente. Él no tardó demasiado en pedirle matrimonio en la boda de unos amigos (otro clásico). En 2006 llegó la el casamiento en la Iglesia de San Justo y Pastor de Granada (invitados: Soraya Sáenz de Santamaría, Pablo Casado y Alejandro Agag) y, pronto, tres niños: Juanma, Fernando y Alonso.

No es posible, sin embargo, reducir a Manuela Villena (Padul, Granada, 1980), al papel de esposa y madre. Aunque, seguramente, a Manu no le importarían demasiado esa miopía. Hija de un agricultor y una ama de casa, estudió Ciencias Políticas con brillantez: obtuvo el Premio Nacional Fin de Carrera gracias a 27 matrículas de honor que dispararon su carrera: se unió a las Nuevas Generaciones del PP y se convirtió en la primera empleada de la empresa de encuestas GAD3 del ex ministro José María Michavila. De ahí pasó al Ayuntamiento de Madrid, un puesto que terminó dejando en 2014, cuando Moreno Bonilla fue elegido presidente del PP Andaluz. Toda la familia se mudó entonces a Sevilla y Villena pasó al sector privado: trabaja como gerente de Relaciones Institucionales en una empresa farmacéutica, además de ocuparse de su familia numerosa.

La compenetración de esta pareja parece máxima: ambos son creyentes, runners y unos apasionados de la política, la Virgen del Rocío y los toros. Manu desempeña discretamente las labores de representación que conlleva la posición de su esposo. Y aunque se alaba su buen tino a la hora de lucir moda andaluza allí donde va (Vicky Martín Berrocal, Vogana, Antonio García, Fernando Claro…), está claro que su talento no se limita a hacer de embajadora de los modistas de la tierra. Estamos, probablemente, ante la consejera de mayor confianza del presidente de los andaluces: sobradamente preparada, igualmente entregada a la política y con el plus de sensatez que conlleva administrar la economía familiar y una casa con tres niños. Los pies en la tierra de Juanma Moreno Bonilla son los tacones multitarea de Manuela Villena.

La vida privada de los Moreno Villena no es ninguna sorpresa. Viajan en su coche o en transporte público. Salen al campo en cuanto pueden: les encanta la vida sana y ambos gustan de correr. Su tiempo libre lo dedican a la familia. Son creyentes y ella especialmente devota de la Virgen del Rocío, de ahí las fotos de la pareja en la romería. Además, son asiduos a la Semana Santa: los niños ya han salido de nazarenos con la Hermandad de la Borriquita de Sevilla. Les une, además, su afición al pop. No lo olvidemos: Juanma Moreno Bonilla fue vocalista de tres bandas en su juventud, llamadas Falsas Realidades, Lapsus Psíquico y Cuarto Protocolo. Tocaban en fiestas de fin de curso y en pueblos. Fue una vocación cumplida que dejó atrás por la política. Parece que acertó.