La carrera de Stefano Palatchi ha tenido picos de popularidad inesperados y golpes de suerte. El primero de ellos sucedió cuando saltó a los medios que el hermano menor de Alberto Palatchi, presidente de Pronovias, se desmarcaba del negocio familiar para seguir su sueño y convertirse en un cantante lírico. El segundo que, después de tomar esa decisión, nunca le ha faltado trabajo, ni siquiera durante la pandemia, durante la cual (además) amenizó a sus vecinos los largos días de encierro cantando para ellos desde su terraza.
«Yo tuve la gran fortuna, como cantante de ópera, de trabajar hasta el último momento justo antes de la pandemia, porque mi última función fue el 10 de marzo. Y luego tuve la gran suerte de cantar La Traviata en el Teatro Real de Madrid en una de las primeras representaciones de ópera que se hizo en todo el mundo«, nos explica justo antes de acudir al ensayo de su próximo concierto.
Podemos concluir, por lo tanto, que Stefano Palatchi no falló al seguir su instinto y escoger su vocación, aunque durante un tiempo su tránsito por el mundo del arte fue un tanto confuso. Tanto que hasta hizo sus pinitos en el cine. Incluso estuvo a punto de arrebaratarle un papel al mismísimo Antonio Banderas. Pero finalmente, debutó hace ya varias décadas haciendo de coro en representaciones de zarzuela, para finalmente conseguirmucho más: un contrato en el prestigioso Gran Teatre del Liceu de Barcelona.
Al contrario que sus escarceos con el cine su etapa operística ya dura 36 años y gracias a ella Stefano Palatchi ha cosechado una buena cantidad de recuerdos e imágenes inolvidables, como sus instantáneas posando con figuras del canto como Montserrat Caballé, su inolvidable debut en el Metropolitan Opera House de Nueva York y su nominación en 2004 a los Grammy Awards por una grabación de una ópera española, «El gato con botas», «que no la conocen ni en su casa, yo aluciné», explica divertido aunque remarca que gracias a ella pudo ir a la entrega de los premios y codearse con Stevie Wonder y la mismísima Jennifer Lopez.
En 2012 decidió que además de la lírica podría probar suerte en el jazz (una pasión que comparte con su hermana Florita, que también hizo sus pinitos como cantante de jazz) y en 2017 se afianzó su voluntad de diversficar su carrera y pensó que su voz elegante casaría perfectamente con un repertorio crooner. « Esto obedece a la gran pasión que yo tengo por la música. En casa escuchaba a todos los grandes crooners de los 50 y los 60, Frank Sinatra, Tony Bennett, Bing Crosby... lo tengo metido en la sangre. Lo que pasa es que mientras que en la ópera soy un profesional desde hace décadas en esto de ser crooner sólo llevo unos ocho años y es una forma de cantar totalmente distinta... a veces hasta se me olvidan las letras. Que mi mujer me dice, cómo es posible que puedas aprenderte una ópera de 500 páginas en alemán y no seas capaz de repetir cuatro frases aquí«, confiesa Stefano Palatchi con una humildad que no se corresponde con su buena actuación como crooner en el talent show de La Voz Senior.
Porque, efectivamente, si te suena la cara de Stefano y no eres una gran aficionada a la ópera seguramente sea porque le descubriste en televisión en 2019. Un paso por televisión que le dejó claro que «la televisión no es para mí, aunque me han ofrecido más programas« y uno de los mejores momentos de su carrera cuando su hijo subió al escenario a cantar ópera a su lado (porque de casta le viene al galgo).
Hoy Stefano Palatchi puede presumir de poseer un Latin Grammy, haberse convertido en un cantante versátil, haber conseguido hacer llorar a su propio hermano en sus representaciones y seguir todavía en activo y sin visos de retirada. Y a los 62 años quiere volver a actuar en Madrid y lo hace con un reportorio que combina clásicos crooner, con chançon francesa y alguna pincelada de jazz italiano. El lunes pasdo actuó en Barcelona para 1.000 personas, pero el próximo día 22 de octubre lo hará en Madrid en el espacio Garaje Lola (info@espaciogarajelola.com) con su espectáculo Stefano Palatchi & Jazz Quintet.