La prima de don Juan Carlos padecía Alzheimer precoz desde los 50 años. /
Hubo un tiempo, a finales de la década de los 80, que cada vez que se escribía o hablaba de Elena de Borbón había que aclarar si se trataba de la primogénita de los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía o de quien fue la relaciones públicas de Gianni Versace.
Elegante, adorable, dulce y con un encanto que la distinguía sin pretenderlo, Elena introdujo a Versace en el armario de las españolas con la misma soltura con la que el maestro dibujaba su famosa medusa en cada prenda.
Llegados los años 90, Elena vivió su época dorada en el mundo de la moda de la mano del desaparecido diseñador italiano y tras ganar experiencia a su paso por la firma Rodier.
Prima de Don Juan Carlos y casada con un atractivo empresario, José María Garrigues, con quien tuvo tres hijas (ella aportó otra de un matrimonio anterior), ambos fueron la viva estampa de la felicidad y el éxito. Enamorados, felices, triunfadores, guapos… Lo tenían todo.
Pero la salud les jugó una mala pasada. Elena fue diagnosticada de Alzheimer precoz cuando tan sólo contaba con 50 años de edad; poco después, perdió a su marido.Con el paso del tiempo fue quedándose sin recuerdos. A lo largo de los últimos 15 años ha permanecido al lado de sus hijas, quienes se encargaron de cuidarla en su casa de Puerta de Hierro.
Allí ha fallecido este fin de semana, rodeada de sus seres queridos y con la serenidad que siempre demostró.