La Corona no está en funciones

Se supone que, en estos momentos, solo el Gobierno está en funciones. Es decir, que el Estado y la Corona deberían mantener su actividad habitual por encima de los relevos políticos, como ocurre en otros países. Sin embargo, desde que se celebraron las elecciones, la vida oficial ha entrado en ‘modo función’ y las decisiones y los actos se postergan indefinidamente. Como dato curioso, hay embajadores a la espera de que se forme un nuevo Gobierno para poder jubilarse. Nunca la máquina del Estado había estado tan paralizada como ahora en su historia reciente.

Desde que se constituyeron las Cortes, el Rey apenas ha salido del Palacio de La Zarzuela, donde recibe una y otra vez a los representantes de los partidos políticos. Con neutralidad de notario, don Felipe toma nota de lo que le transmite cada uno de ellos para después proponer un candidato a presidente de Gobierno.

El Rey está donde tiene que estar, cumpliendo con el artículo 99 de la Constitución, pero dos semanas y media dedicado en exclusiva a las rondas de consultas han bloqueado su agenda y hasta ha tenido que aplazar la tradicional recepción al cuerpo diplomático extranjero en el Palacio Real, que estaba prevista para el 28 de enero.

El único acto al que ha asistido don Felipe en lo que llevamos de año ha sido la celebración de la Pascua Militar. Tan larga es la mano de la política en España que hasta la actividad de la Reina se ha visto afectada por esta situación. En todo el mes de enero, doña Letizia apenas ha acudido a cuatro actos y ha concedido otras cuatro audiencias.

Pero la principal víctima de esta situación interna es la imagen de España en el exterior, que ve cómo nuestro país deja en suspenso importantes visitas sin razones de peso que lo justifiquen. Los Reyes tenían programados cuatro viajes de Estado en estos meses. El primero era a Arabia Saudí, del 16 al 18 de febrero, que ya ha sido cancelado, aunque la verdad es que este aplazamiento ha venido bien porque estaban demasiado recientes las 47 ejecuciones de presuntos terroristas en ese país.

La segunda visita es al Reino Unido, del 8 al 10 de marzo y, de momento, se mantiene, aunque el PSOE ya ha pedido que se aplace hasta que haya un nuevo Gobierno. Y la tercera y la cuarta, para mediados de abril, tienen como destino Japón y Corea del Sur.

Con lo que ha costado a España recuperar su imagen exterior después de la crisis económica, todos los esfuerzos realizados se pueden diluir ahora con la sensación de poca seriedad que se transmite. Y es que detrás de las visitas que algunos pretenden anular hay muchas horas de trabajo de decenas de personas. Pero, además, volver a cuadrar las agendas de los anfitriones (la reina de Inglaterra y los emperadores del Japón) con las de los invitados (don Felipe y doña Letizia) puede que requiera esperar muchos meses.