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Carlos Gustavo de Suecia: El rey con más pasado de Europa

Convertido en el monarca más longevo de la historia de Suecia, ha llegado a su 70 aniversario envuelto en el boato de un pueblo que desea la sucesión. Este es el morboso perfil íntimo del soberano más controvertido del viejo continente.

El rey Carlos Gustavo y la reina Silvia durante la celebración del 70 cumpleaños del monarca. / Cordon Press.

Andrés Guerra

Imaginan al Rey Juan Carlos respondiendo a un periodista si ha visitado clubes de alterne? El rey de Suecia se prestó a ello y aun le escuecen las críticas. Esa entrevista, concedida a la agencia de noticias TT en mayo de 2011, resultó un error descomunal. Ni siquiera el exprimer ministro finlandés, fuera de la política a causa del escándalo de los papeles de Panamá, sabía a qué se iba a enfrentar antes de ponerse frente a la cámara. Carlos Gustavo, sí. Y nadie le obligó a ello; ni siquiera fue consejo de su jefe de prensa. El rey se sintió obligado a tratar de acallar un tsunami de indignación pública tal, que nuestro affaire de Botsuana queda en travesura de monaguillo.

Carlos XIV Gustavo, que cumplió 70 años el 30 de abril, lleva 42 siendo rey de los suecos. Solo lo supera su antecesor Magnus Eriksson, allá por 1300, que se mantuvo 45 años en el trono. No obstante, las encuestas de popularidad no le favorecen; su primogénita, Victoria, es la más valorada por los suecos. Sin embargo, el veterano monarca no tiene en mente abdicar. Si no lo hizo en 2011, su particular 'annus horribilis', no es previsible que el relevo vaya a ocurrir mientras goce de buena salud para continuar ostentando la jefatura de la casa Bernadotte. Así lo aseguraba a nuestra revista su hermana Birgitta: "¿Abdicar? Nunca. ¿Por qué iba a hacerlo? Esa es una pregunta estúpida por su parte. No espere de mí que le diga otra cosa. Nunca lo hará. Victoria desde luego está preparada para ostentar el trono. Nació para ser reina. Pero cuando le llegue la hora". Llegados a este punto, ¿por qué nos planteamos la abdicación de Carlos XIV Gustavo como una cuestión lógica?

El libro que lo cambió todo

En noviembre de 2010 Suecia sufrió una conmoción sin precedentes en sus raíces más sólidas. Monárquicos y republicanos se llevaron las manos a la cabeza cuando trascendió el contenido del libro The reluctante monarch (El monarca reticente), obra de tres periodistas de investigación y que dibujaba a un rey poco inteligente, rijoso, amigo de los cabarés y clubes de striptease de alta y baja gama, del champán, los ligueros y la vida disoluta. Rescatamos dos episodios: numerosos testigos lo sitúan en el Golden Club de Atlanta (EE. UU.) durante la celebración de los Juegos Olímpicos de 1996, un garito frecuentado por mafiosos y deportistas casquivanos hasta que fue cerrado por el Gobierno. Roy Ciccola, manager del club, afirma en el libro que los hombres del servicio secreto llegaron solo 30 segundos antes que el rey. Y Heather Rellinger, anfitriona del local, asegura que Carlos Gustavo escogió a una chica llamada Nicolette. El libro recoge también la historia de amor entre el rey y una cantante pop llamada Camilla Henemark a finales de los 90. Curiosamente, en la primera aparición pública del rey tras el libro, en el marco de su partida anual de caza del alce, no se escabulló con el manido "no comment" ni, sorprendentemente, negó las acusaciones.

"He hablado con mi familia y la reina y hemos optado por pasar página y seguir adelante, ya que, según entiendo, estas son cosas que sucedieron hace mucho tiempo". No le sirvió. El monarca reticente abrió la espita contra el rey, cayó el velo y nuevas y turbulentas informaciones comenzaron a manar de todas partes: según recogió la prensa sueca, hace no menos de 30 años el rey habría sido invitado de excepción en fiestas sexuales organizadas por el exboxeador serbio Mille Markovic en su club porno y subterráneo en Estocolmo, asistido siempre por tres amigos de juventud: Noppe Lewenhaupt, Anders Lettström y Aje Philipson.

Ko a su reputación

El padrino sueco, un segundo libro publicado meses después sobre los negocios de Milan Sevo, un capo mafioso de origen bosnio, vino a dar el golpe de gracia a la maltrecha reputación del rey: el periodista Nuri Kino explica en él que Sevo alardea de disponer de imágenes del rey en situaciones embarazosas. No solo con otras mujeres sino con drogas de por medio. También añade que sus amigos, particularmente Lettström, trataron de silenciar o desprestigiar la información de El monarca reticente y ofrecieron dinero a Sevo para comprar esas imágenes. En mayo de 2011, Kino publicó una transcripción de la conversación grabada a Lettström y Daniel Webb, secuaz del capo negociando esa compra. Y es entonces cuando el rey decidió meterse en el charco de barro.

La peor entrevista

Uno de los que extorsionó al rey apareció muerto

El 30 de mayo de 2011 el rey decidió que lo mejor para reparar su imagen era dar una entrevista sin haberse preparado una sola respuesta. La publicó el diario Expressen y pueden hallarla en Internet. El rey sufre dislexia y la elocuencia nunca fue su fuerte, pero se muestra más que torpe, dubitativo y sus movimientos corporales recuerdan a un tentetieso. Al menos, acierta a negar que estuviese en el Golden Club de Atlanta y en el Karate Club de Bratislava, de similar categoría lúdica. A la pregunta "¿Ha visitado usted alguna vez un club de sexo o de destape?", contesta: "Depende de lo que entendamos por club de sexo. Ese es un concepto muy amplio". A partir de aquí se establece una partidito de tenis muy jugoso. Se enredan con taxonomía de garitos, el rey se calla o no recuerda y el periodista acaba preguntando si ha estado en locales cuyas empleadas van desnudas o semidesnudas. La hilarante respuesta del rey recuerda una escena de José Mota: "En el Moulin Rouge las chicas llevan poca ropa y hay restaurantes en que también hay mujeres desnudas". El rey no sale airoso tampoco sobre ciertas fiestas privadas a las que acuden criminales: "Eso es cosa del anfitrión" viene a decir y a una de las cuestiones finales, si se arrepiente de algo, responde que 65 años son muchos y que le resultaría difícil hacer un balance.

El escándalo nacional fue mayúsculo. Karin Petersson, editora política de Aftonbladet, escribe: "El rey representa a Suecia en el extranjero y en casa. Dirige el Consejo Asesor y en momentos de crisis nacional, puede servir como una figura unificadora. El mismo rey. Ha tenido que comentar si sabía que uno de sus mejores amigos negoció con criminales con el fin de comprar fotos suyas en situaciones comprometedoras. Respondió negativamente, pero de modo tangencial. El rey debe darse cuenta de que es el momento de abdicar". El analista Ulf Bjereld afirma que la credibilidad del rey está bajo mínimos y sus respuestas han sido inaceptables y el politólogo Carl Erik Grimstad firma esto: "Se trata de un escándalo de grandes proporciones. Sin lugar a dudas, la mayor crisis vivida nunca por el jefe del Estado". Pocos días después, es el diario Expressen quien publica que uno de sus reporteros se ha reunido con Mille Markovic, dueño último de esas comprometedoras imágenes del rey. La policía lo detiene y le incauta un ordenador y varios teléfonos móviles. El exboxeador amenaza con publicar un libro, uno más, contando su historia. En paralelo, el diario Aftonbladet publica en diciembre de 2011 que los amigos del rey habrían pagado 625.000 coronas a Sevo y Webb para hacerse con las imágenes de Markovic. En octubre de 2012 es la examante, Camilla Henemark, quien publica un nuevo libro, sobre su relación con el rey, Él era salvaje en la cama. Casualmente, Markovic aparece cosido a tiros en su coche sin que llegase a materializar jamás sus amenazas

Carlos el moderno

Actualmente, cuatro años después y tras el nacimiento de sus cuatro nietos, la sociedad sueca parece haber perdonado al rey Carlos XIV Gustavo. Así lo confirma Jenny Alexandersson, de Aftonbladet: "No es un problema ya; la gente se olvida, pero aun así la historia surge de vez en cuando en los medios de comunicación y el rey tendrá que aprender a vivir con ello. A su favor diré que creo que los suecos piensan en él como un rey moderno que ha logrado renovar la corte real. Ha abierto los castillos reales para que la gente los visite. Incluso el castillo privado de Solliden. Y también está interesado en temas medioambientales".

Los secretos del rey, según Ann Von Koch.

  • No le gustan los gatos.

  • Padece vértigos.

  • Se mantiene en forma evitando los alimentos grasos y haciendo 'jogging' con el servicio de seguridad en el parque del Castillo.

  • Pesa 73 kilos y mide 176 centímetros, lo mismo que cuando hizo el servicio militar.

  • Ha dejado de fumar, pero con mucho gusto disfruta de un cigarro después de la cena.

  • Le gusta escuchar música a todo volumen en el coche, sobre todo Pink Floyd, Bruce Springsteen, Stevie WOnder, Tomas Ledin y Gyllene Tider.

  • Entre sus aficiones: la cerveza y ver el fútbol con los amigos. Su equipo es el Djurgårdens.

  • Es muy resentido.

  • No le gusta que traten de darle consejos, decide por sí mismo.

¿Qué dicen de él?

  • “Le gustan los espárragos y platos suecos” (Fredrik Eriksson, chef en la boda de Carlos Felipe y Sofía).

  • “Es un padre y abuelo muy querido” (princesa Victoria)

  • “Ha enseñado a manejar las redes de pesca a Estela" (reina Silvia)

  • Papá siempre ha sido un gran apoyo y nos ha permitido elegir por nosotros mismos lo que queremos ser" (princesa Magdalena).

  • "Ama las flores amarillas, los lirios y las rosas. Le gusta recogerlas con sus hijos en el castillo de Solliden y ayuda a regar el jardín del Castillo". (Peter Engelbrecht, proveedor de flores real)