Boda real y ecuménica en Tirana

Tirana volverá a acoger este otoño un enlace real. 77 años después de que la familia real de Albania emprendiera el exilio, tras la invasión de la Italia fascista primero y la dictadura comunista después, el próximo 8 de octubre el nieto de los reyes Zog y Geraldine, actual jefe de la dinastía y único heredero de la corona albanesa, el príncipe Leka II, de 34 años, contraerá matrimonio con quien es su prometida, la actriz Elia Zaharia, un año más joven que él.

La boda, a la que están siendo invitados miembros de distintas casas reales, se celebrará en el Palacio Real de Tirana con una ceremonia ecuménica oficiada por representantes de las religiones musulmana –la fe de la familia real albanesa–, católica –Leka fue bautizado al nacer– y ortodoxa –la confesión de la novia–.

El príncipe Leka nació en el exilio, en 1982, en una clínica de Johannesburgo que fue declarada durante 24 horas territorio albanés por el gobierno de Sudáfrica. Y en este país creció con sus padres y su abuela, la reina Geraldine, hasta que en 2002 pudieron regresar a Albania, cuando les invitó a retornar el parlamento albanés, varios años después de la caída del Muro de Berlín y el desmoronamiento del comunismo. Cuando cumplió 18 años, Leka fue proclamado heredero, según el estatuto de la monarquía albanesa de 1928, y desde entonces se formó para servir a su nación.

Como tantos herederos, estudió en la Academia Militar de Sandhurst, en el Reino Unido, antes de especializarse en relaciones internacionales y diplomacia en Albania, donde también realizó cursos de seguridad y defensa. Después trabajó como asesor político del ministro de Asuntos Exteriores, del ministro del Interior y del presidente de Albania hasta 2013, que pasó a ocuparse exclusivamente de su actividad como jefe de la casa real, centrada en labores solidarias.

Su novia, que se convertirá en la princesa Elia de los albaneses tras la boda, estudió teatro y arte dramático en París y Burdeos. Ha interpretado numerosos papeles en el Teatro Nacional de Albania y también ha actuado como cantante, pero en la actualidad se ocupa de la Fundación reina Geraldine, que da apoyo a los niños y ancianos de su país. Ambos se conocen desde 2002, se prometieron en 2010 y forman una pareja joven, simpática y atractiva que habla de "un futuro de confianza" y aspira a convertir la monarquía "en una referencia" para los albaneses. El príncipe sostiene que "la monarquía albanesa en sí solo existió durante un limitado periodo de tiempo, pero sus principios resistieron 50 años de la más dura dictadura comunista".

De momento, el príncipe y su prometida han empezado a suscitar el interés de los medios locales y extranjeros, especialmente ante la celebración de una boda real que será el primer paso para garantizar la continuidad de la dinastía. Como dice el propio Leka: "Ahora es mi responsabilidad crear una familia".