Amigos de verdad

e las muchas muestras de aprecio que el príncipe Naruhito, heredero de Japón, ha recibido de España a lo largo de su vida, la que más le emocionó fue el apoyo y la ayuda que el pueblo español prestó a su país tras el terremoto del 11 de marzo de 2011, el posterior tsunami y el accidente nuclear. "Comprendimos mejor que nunca que el amigo en la adversidad es el amigo de verdad", afirmó Naruhito en su última visita a Madrid, en junio de 2013. Seis años después de la tragedia, aun no se han cerrado las heridas de aquel desastre, que dejó 18.446 víctimas mortales y todavía hoy mantiene desplazadas a 123.000 personas que no pueden volver a sus casas por la radiación. 

El recuerdo de aquella tragedia estará muy presente en la visita de estado a Japón que los Reyes emprenderán el próximo martes, 4 de abril, y en la que serán recibidos por los emperadores, Akihito y Michiko, y por los príncipes Naruhito y Masako. Durante su estancia en el país asiático, don Felipe y doña Letizia también se reunirán con los japoneses que han sido reconocidos con el premio Princesa de Asturias en alguna de sus ediciones.

Entre ellos estarán los 'héroes de Fukushima': aquellos que estuvieron trabajando de sol a sol y exponiendo sus propias vidas para reducir las fugas de radiactividad en la central nuclear. Cuando el Rey les entregó el galardón de la Concordia en 2011, destacó "su actitud valiente y entregada", que representa "oda la grandeza de espíritu que nos mueve a hacer el bien".

Además de Tokio, los Reyes también visitarán la ciudad de Shizuoka, que se encuentra a una hora de la capital japonesa en el tren bala. Desde esta localidad, don Felipe y doña Letizia podrán contemplar el majestuoso monte Fuji, que es el verdadero símbolo de Japón. Con sus 3.776 metros de altitud es el pico más alto del país y su cumbre suele permanecer nevada hasta finales de mayo.

Con un poco de suerte, los fotógrafos que les acompañen durante la visita podrán captar esta imagen de los Reyes ante el volcán, aunque suele ser muy difícil retratarles junto a escenarios atractivos que puedan ser considerados turísticos. Y es que, a diferencia de los viajes de don Juan Carlos y doña Sofía, que conciliaban el trabajo con la promoción de la riqueza cultural o natural del país visitado, los desplazamientos de los actuales Monarcas suelen limitarse, tan solo, a trabajo, trabajo y trabajo.

De hecho, los Reyes no se trasladarán a Shikouza para contemplar la belleza del monte Fuji, sino para visitar un centro de prevención de desastres que se creó con el objetivo de poder hacer frente al terremoto Tokai, que es como se conoce a los grandes movimientos sísmicos que sacuden Japón cada 100 o 150 años. El último fue en 1854, por lo que el siguiente sería en fechas próximas. El Gobierno japonés ha encargado a los expertos que traten de predecir cuándo será ese terremoto con el fin de adoptar las medidas necesarias para mitigar sus efectos. Durante su visita, don Felipe y su esposa conocerán de primera mano la base de datos de todos los tsunamis y terremotos que han asolado este país, con la que trabajan los expertos para tratar de adelantarse al próximo desastre.

Durante la semana en la que los Reyes permanecerán en Japón, don Juan Carlos y doña Sofía asumirán la representación de la Corona en Madrid, donde asistirán a dos actos oficiales. En concreto, el lunes 3 inaugurarán en el Museo del Prado la exposición Visiones del mundo hispánico: tesoros de la Hispanic Society of America. Y, al día siguiente, inaugurarán en el Museo Reina Sofía la exposición Piedad y temor en Picasso. El camino a Guernica.

Desde que empezó el año, don Juan Carlos y doña Sofía han asistido juntos a otros dos actos oficiales. El primero fue la entrega de los Premios Nacionales del Deporte y el segundo, la imposición de la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio al economista Francisco Luzón, que ha creado una fundación para luchar contra la esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad que él padece.