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Princesa, llámese Letizia, Kate o Rania, empieza con 'p' de perfecta. Debe existir un manual sobre cómo convertirse en una irreprochable representante de la realeza porque, cada una en su estilo, resultan el epítome de la elegancia y diplomacia real. Y también, porqué no decirlo, un poco predecibles. Incluso repetitivas. ¿Exagero si digo aburridas? Por suerte, existen otras princesas que, al menos en cuestión de estilo, se atreven más. Se fugan del manual de rigor y apuestan más alto, más fuerte y más rápido por una expresión propia. Por ejemplo...
Su físico ya marca la diferencia: Charlene posee la poderosa silueta de una nadadora olímpica. Además, sabe realzarla con 'looks' que lo apuestan todo a la vanguardia y/o el drama: suele lucir los últimos diseños de Dior, Versace, Akris o Armani. El mono palabra de honor Atelier Versace que lució en el 69 Baile Anual de la Cruz Roja era cien por cien Charlene. Un espectáculo digno de una moderna amazona.
Atención, porque no estamos tan solo ante otra princesa, sino ante una princesa diseñadora. De hecho, fue invitada por Pierre Balmain a mostrar su colección durante la Semana de la Moda de París, en 2007. Desde entonces desarrolla una actividad imparable como creadora de moda y estilosa 'fashionista'. No falla en los principales 'shows' parisinos vestida de Chanel, Dior o Louis Vuitton.
Suele aparecer fotografiada con impresionantes vestidos 'vintage' de Chanel (tiene un ojo impecable para detectar 'looks' del pasado que funcionan en el presente), pero su talento para la moda reluce sobre todo en modo 'casual'. Vestidos con aires boho de Stella McCartney o Gucci o, simplemente, vaqueros y camiseta, alcanzan alturas insospechadas gracias a su inteligente uso de los complementos. Tanto, que a veces no queda claro si va de Zara o de marca.
Estamos ante una auténtica 'fashion insider', una verdadera conocedora de los entresijos del negocio de la moda, no en vano regenta D'NA, una reputada boutique en Riad (Arabia Saudí) que se centra en descubrir nuevos talentos. De hecho, Acne Studios o Proenza Schoulder han llegado a Riad gracias a D'NA. Su guardarropa es tan fascinante como su biografía. No le tiene miedo a desestructurarse ni en rosa.
Técnicamente aún no es princesa, pero lo será cuando se case con el Príncipe Christian, de la Casa Hanover, el próximo mes de marzo. Su debut en compromiso oficial familiar, durante la reciente boda del Príncipe Ernst de Hanover, fue más que brillante. Llevó un vestido bordado de intensísimo rosa que bien parecía un homenaje a sus orígenes peruanos. ¿He dicho ya que era modelo? Lo era. Pero el porte ya es de princesa.