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Ayer, Kensington Palace hizo oficial las fotos oficiales del compromiso de Meghan Markle y el príncipe Harry, una nueva ocasión de contemplar la complicidad que existe entre ambos, prueba incuestionable del amor que tienen el uno por el otro. Además del retrato de rigor, en el que aparecen ambos tiernamente enlazados y sentados en una escalera, una segunda foto en blanco y negro permite admirar en toda su extensión el impresionante vestido que lleva Meghan. Otro diez que sumar al que ya se llevó por su 'look' del primer almuerzo navideño con la Reina de esta semana. Esta chica no puede parar de triunfar.
El vestido reproduce de nuevo el esquema falda negra y cuerpo lujosamente decorado, aunque esta vez el tono es decididamente más sofisticado. Se trata de una Ralph & Russo de la colección de alta costura de invierno de 2017, que cuesta la nada desdeñable cifra de 65.000 euros. ¡Una pequeña fortuna! Está claro que Markle quiere dejar su propia huella de estilo durante su recién iniciada trayectoria como miembro de la Familia Real: resulta refrescante y atrevido elegir un vestido de gala, de alta costura, para un posado de día de tono informal. El contraste es 'supercool'.
Otra nota distintiva de este posado: mientras que lo habitual en las fotos oficiales de compromiso es contar con dos instantáneas, una informal y otra posada, Meghan y Harry han añadido una tercera definitivamente informal pero mucho más romántica e íntima, casi como un 'selfie' destinado a ser colgado en Instagram. En esa tercera foto, Meghan lleva un jersey de cachemira de Victoria Beckham, que cuesta alrededor de 900 euros. Pleno británico para la nueva 'it girl' de la familia Windsor. Ella sí que sabe.