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El susto debió ser mayúsculo. El príncipe Christian de Dinamarca debió quedarse de piedra al descubrir a dos ladrones entrando en palacio. Fue hace unos días en el castillo de Gråsten, lugar de veraneo de la reina Margarita y de toda la familia real danesa. Dos personas aparecieron como por arte de magia en los jardines del palacio y fueron descubiertos por el joven príncipe, que debió llevarse una sorpresa enorme.
Eran las nueve y media de la noche cuando Christian, el hijo mayor del heredero al trono, Federico de Dinamarca y Mary Donaldson, se percató de que un hombre y una mujer que no pertenecían al equipo de seguridad, recorrían el jardín del castillo, así que a sus 12 años, avisó al equipo de seguridad, que acabó desalojando a la pareja.
El suceso tuvo lugar hace unos días, muy poco antes del habitual posado veraniego de la familia, que tiene lugar precisamente en esos jardines. Sin embargo, no se ha sabido hasta ahora, cuando los diarios daneses 'Her & Nu' y 'Expressen' lo ha sacado a la luz y ha explicado los motivos que llevaron a esas dos personas a colarse en palacio: coger cerezas de uno de los frutales del jardín.
“ Estos dos ladrones sabían que habían un par de cerezos en los jardines del castillo", contaban fuentes policiales del sur de la península de Jutlandia a los medios. Parece que la pareja solo quería coger unas cuantas frutas, por lo que, poco después el arresto, el hombre y la mujer -de 28 y 29 años y personas sin hogar, según el comunicado policial- fueron liberados sin cargos.
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