Meghan Markle y el príncipe Harry, unos futuros padres de viaje oficial

"Sus altezas reales el duque y la duquesa de Sussex están felices de anunciar que la duquesa está esperando un bebé que nacerá en la primavera de 2019". Con este comunicado el palacio de Kensington anunciaba la feliz noticia para el príncipe Enrique de Inglaterra, de 34 años, y su mujer, Meghan Markle, de 37, y confirmaba los rumores que llevaban días circulando.

Esperaron, eso sí, a que hubiesen pasado tres días desde la celebración de la boda de Eugenia de York y Jack Brooksbank. Lo hicieron probablemente para no eclipsar -aún más– a los contrayentes, que ya han tenido oportunidad de comprobar que la sombra de Meghan y Enrique es alargada, al casarse en el mismo lugar que ellos solo unos meses después y ver cómo, según las malas lenguas, aprovechaban su boda para comunicar el embarazo a la familia real.

Con el anuncio comienza una nueva etapa para la pareja que está haciéndolo todo a una velocidad inusitada para la casa real británica, especialmente si lo comparamos con los tiempos que manejaron el príncipe Guillermo y su mujer, Catalina de Cambridge, hasta darse el sí quiero. Claro que el hecho de estar llamado a ser el rey de Inglaterra quizá dificulte un poco las cosas.

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