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Las próximas tres semanas serán de descanso para Máxima de Holanda. Así se lo han aconsejado los médicos que la tratan. Eso ha hecho que cancele sus próximos actos de forma que no aparecerá en público hasta el próximo 26 de noviembre, fecha en la que se ha mantenido la cita de su agenda, una entrega de un premio cultural en Amsterdam, la entrega del fondo Príncipe Benardo al compositor Reinbert de Leeuw.
Hasta entonces, la mujer del rey Guillermo Alejandro permanecerá en palacio reposando por problemas de salud que el palacio aún no han especificado. Según la prensa holandesa se trataría de problemas gastrointestinales.
Lo que sí está claro es que ha cancelado de su agenda tanto los desplazamientos cortos como los largos. Así, según la prensa holandesa, Máxima ha pospuesto sine die el viaje que tenía previsto a Tanzania. Se trataba de un desplazamiento como enviada especial de la ONU para tratar temas de financiación en desarrollo que tendrán que reubicar.
Su último acto tuvo lugar el pasado viernes, cuando estuvo presente en la inaguración del 113, el número de prevención del suicidio que se ha puesto en marcha en Holanda. Precisamente por la naturaleza de ese acto, Máxima no quiso faltar a la cita y mostrar que está comprometida con una causa que por desgracia le ha tocado conocer de cerca. El pasado mes de junio la reina holandesa recibió una de las peores noticias al saber que su hermana Inés, de 33 años, se había quitado la vida tras años de lucha contra la depresión y la anorexia.
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