Don Felipe durante el discurso de Navidad de 2018. / Gtres

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El año del acoso, los homenajes y el debut de la princesa Leonor

Don Felipe y Doña Letizia esperan disfrutar de unos días de descanso hasta la Pascua Militar.

Con el Mensaje de Navidad, los Reyes cerraron el pasado lunes su actividad pública de 2018 y ahora esperan disfrutar de unos días de descanso en familia hasta la que suele ser su primera aparición del año: la celebración de la Pascua Militar en el Palacio Real de Madrid.

No obstante, desde que don Felipe y doña Letizia son Reyes, procuran no alejarse demasiado por si acontecimientos extraordinarios reclamaran su presencia de forma inmediata, como ocurrió en el verano de 2017, cuando interrumpieron sus vacaciones para acompañar a las víctimas tras los atentados de Barcelona y Cambrils.

Don Felipe deja atrás un año especialmente duro en el que ha sufrido una implacable campaña de acoso contra la monarquía por parte de los separatistas catalanes y de los antisistema, que han visto en el Rey a su principal enemigo a batir. Y así se lo han hecho saber los independentistas en muchas de sus visitas a Cataluña, donde le han organizado los recibimientos más hostiles que se pueden imaginar.

También la Reina ha sido víctima de esta campaña a través de la difusión de noticias falsas y malintencionadas por medios digitales creados con esa intención. No obstante, esa campaña no parece haber erosionado la imagen de la Corona, cuya valoración ha seguido subiendo en las encuestas, como la que hizo GAD3 para ABC el pasado verano, en la que el Rey, con un 75,3% de aprobación, lograba la mejor valoración de la Monarquía desde su restauración en 1975.

El Rey ha sufrido una implacable campaña de acoso contra la monarquía

La receta de Don Felipe ha sido «trabajar, trabajar y trabajar», como ha venido haciendo a lo largo del año, en el que ha asistido a 179 actos, ha recibido 118 audiencias y ha pronunciado 69 discursos, aunque solo ha realizado cuatro viajes oficiales al extranjero (Estados Unidos, Perú, Guatemala y México) porque el Gobierno, que es el que dirige la política exterior, no le ha encomendado más.

También ha sido este el año en el que don Felipe ha vivido la primera alternancia política de su reinado, el relevo de Mariano Rajoy por Pedro Sánchez, aunque este se ha producido de una forma atípica y repentina, tras una moción de censura, y no de unas elecciones generales.

Siguiendo con hechos históricos que no habían ocurrido nunca antes, el Rey ha sido testigo del primer vuelco electoral en Andalucía y la irrupción de nuevos partidos. El caso es que los acontecimientos han evolucionado tan deprisa que, a sus 50 años, don Felipe se ha convertido en un Rey veterano, rodeado de líderes políticos más jóvenes que él y sin apenas experiencia en asuntos de Estado.

Pero la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa también ha afectado indirectamente a doña Letizia, ya que la esposa de su antiguo compañero de instituto, Begoña Gómez, ha aprovechado las ausencias de la Reina para asumir protagonismo. Aunque, en ocasiones, ese protagonismo ha sido indeseado, como ocurrió el pasado 12 de octubre, cuando el presidente del Gobierno y su mujer intentaron quedarse a saludar junto a los Reyes al resto de los invitados a la recepción de la Fiesta Nacional en el Palacio Real.

El protagonismo de la Princesa

Este año que termina también pasará a la historia como el año que debutó la Princesa de Asturias, ya que asistió a su primer acto oficial como protagonista (la imposición del Toisón de Oro), hizo su primera visita oficial (a Covadonga) y pronunció sus primeras palabras en público (la lectura de la Constitución).

Los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía recordarán 2018 como el año de los homenajes, especialmente los que recibieron con motivo de sus ochenta cumpleaños y del cuarenta aniversario de la Constitución. Y para doña Cristina, será el de su regreso a la normalidad familiar, como se pudo ver en la fotografía que el Palacio de La Zarzuela difundió el día del aniversario de la Reina Sofía.

Pero para la Infanta y sus cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, también ha sido su primer año alejados de Iñaki Urdangarin, que lleva seis meses en prisión, a pesar de que algunos afirmaban categóricamente que un yerno o cuñado de Rey jamás entraría en la cárcel.

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