El encaje de los cuatro Reyes

La coexistencia de cuatro Reyes ocasionó algunas dificultades institucionales en los primeros años del reinado que, poco a poco, se han ido superando, a medida que se ha ganado experiencia y se ha impuesto el afecto entre padre e hijo a las rigideces del protocolo.

En otras monarquías europeas, los reyes que abdican dejan de ser reyes, como ocurrió en los Países Bajos en 2013, cuando la reina Beatriz abdicó en su hijo Guillermo Alejandro y recibió el título de princesa. De esta manera, se evitaban confusiones y se reforzaba la imagen del relevo.

En España, sin embargo, no existía esa tradición, pues apenas ha habido abdicaciones y, cuando un Rey moría y le sucedía su hijo, a la viuda se le pasaba a llamar reina madre para distinguirla de la reina consorte. Además, la opinión pública española difícilmente habría llamado príncipes a don Juan Carlos y doña Sofía, después de casi 39 años llamándolos Reyes. Por ello, poco antes del relevo en la Corona se modificó el real decreto de títulos y honores y se reconoció a don Juan Carlos y doña Sofía como reyes con carácter vitalicio.

Desde que se produjo la sucesión, en España hay cuatro Reyes y lo que hacen algunas personas erróneamente para distinguir a don Juan Carlos y doña Sofía de don Felipe y doña Letizia es llamar a los primeros Reyes eméritos. Este adjetivo se utiliza en el mundo académico y en la Iglesia para denominar a los papas, obispos y catedráticos jubilados, pero no tiene tradición histórica en la monarquía y no gusta nada ni a don Juan Carlos ni a doña Sofía.

No obstante, la coexistencia de cuatro Reyes también produjo otro tipo de dificultades, como la vivida en el 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas, cuando don Juan Carlos —el Rey que trajo la democracia a España— no pudo asistir al acto conmemorativo en el Congreso de los Diputados por el difícil encaje protocolario entre padre e hijo. Tras aquel episodio, que ocasionó el malestar de don Juan Carlos, transcurrieron siete meses sin que ambos coincidieran en un acto.

Zarzuela aprendió de aquella experiencia y buscó una fórmula para que los padres del Rey pudieran estar presentes, junto a don Felipe y doña Letizia, en el 40 aniversario de la Constitución que don Juan Carlos propició, votó y sancionó. La fórmula fue un éxito para ambos, porque don Juan Carlos y doña Sofía recibieron el homenaje de los parlamentarios a su llegada al Congreso, cuando los Reyes no habían hecho todavía su entrada en el hemiciclo, y don Felipe recibió la ovación al final.

A medida que se han ido improvisando soluciones institucionales para que puedan coincidir los dos Reyes, también se han ido apreciando en público más muestras de afecto entre padre e hijo. Lo cierto es que don Felipe está muy pendiente de don Juan Carlos, que a sus 81 años y tras numerosas operaciones quirúrgicas tiene dificultades para caminar o permanecer mucho tiempo de pie.

Algunos de estos gestos se pudieron ver la pasada semana, cuando los cuatro Reyes coincidieron en la entrega de los Premios Nacionales del Deporte, que se celebró en El Pardo. A la ceremonia también asistieron las Infantas Elena y Pilar. El Monarca entregó, entre otros galardones, el premio Rey Felipe a Rafa Nadal, aunque el tenista no pudo acudir a la ceremonia porque se encontraba compitiendo en Australia y lo recogió el director general adjunto a la presidencia de Telefónica, Francisco de Bergia. Doña Letizia entregó el Reina Letizia a la karateka Sandra Sánchez.

Don Juan Carlos debía entregar el premio que lleva su nombre al golfista Jon Rahm, que tampoco pudo asistir y lo recogió su padre, Edorta Rahm. Con el fin de que don Juan Carlos pudiera sostener el trofeo y entregárselo al atleta galardonado, Don Felipe le comentó minutos antes y disimuladamente que, cuando le tocara dar el premio, le pasara el bastón, y el Rey lo sostuvo hasta que su padre regresó junto a él.

Después, doña Sofía reconoció al futbolista Juan Mata, y los Reyes entregaron los premios que llevan el nombre de sus hijas, que todavía no asisten a esta ceremonia. La atleta María Vicente recibió el Princesa Leonor de manos de don Felipe, y la Reina entregó el Infanta Sofía a la fundación A La Par.

Cuando terminó, el Rey tuvo otro gesto con don Juan Carlos, a quien ofreció su brazo para recorrer los patios del Palacio de El Pardo y llegar hasta el lugar donde compartieron un vino español con los invitados. Allí, los protagonistas fueron los actores de la película Campeones, que se fotografiaron con los Reyes y descubrieron en doña Letizia a la primera fan del reino.

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