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El príncipe Guillermo y Kate Middleton han querido mostrar su parte más humana. La pareja se ha sincerado en unos actos a los que acudieron y hablaron abiertamente de los problemas mentales y de la maternidad.
Primero fue la duquesa de Cambridge, que explicó las complejidades que ha encontrado en la crianza de sus tres hijos: George, Charlotte y Louis. "Es muy difícil, muy duro. Como madre, recibes mucho apoyo al principio, pero eso desaparece después del primer año y lo único que te queda es leer libros", ha afirmado durante una visita a un centro de ayuda telefónica a madres de Reino Unido. "Es una lucha que tenemos todas. Todo el mundo experimenta el mismo problema", añadió.
Dos días después de su intervención era su marido el que se abría ante los medios y relataba sus problemas en el Foro Económico Mundial de Davos. " Todavía me resulta muy difícil hablar de ello. Es algo con lo que me emociono mucho, porque está estrechamente relacionado con mis hijos y es muy duro hablar del tema", comenzó a contar sobre los accidentes que presenció en su etapa como piloto de emergencia.
"Empecé a tener sentimientos que hasta entonces no había tenido nunca. Me sentía triste y deprimido por esas familias. Podía haberme escondido debajo de mi concha un poco más, pensando 'puedo manejar esto yo solo'. Pero entonces, más adelante, el problema se habría manifestado de manera mucho peor. Deberíamos hablar de ello y acabar con el estigma", finalizó, dando a entender que se puso en manos de profesionales.
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