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Estamos acostumbradas (o, quizá, deberíamos decir malacostumbradas) a ver a Meghan Markle derrochando glamour con lujosos looks que le han convertido en la 'royal' que más invirtió en moda el año pasado. Sin embargo, siguiendo los pasos de su cuñada Kate Middleton, nos hemos topado con el estilismo más inesperado y sorprendente de la Duquesa de Sussex: un chándal.
Pero nada de un chándal de pasarela de Gucci como Rihanna, ni de unos pantalones 'athleissure' como nuestra Reina Letizia. No, nada tampoco de 'sport deluxe' a lo Paula Echevarría, las fotos muestran a Meghan Markle co n un chándal negro como el que cualquiera de nosotras nos pondríamos para ir al gimnasio.
Con gorra también negra y unas zapatillas de 'running' de Adidas, Meghan Markle ha superpuesto un abrigo cámel a un conjunto que combinaba una sudadera con cremallera de Ingrid&Isabel (78 euros) con unas mallas de Lululemon (85 euros), pero que podría haber sido perfectamente de Primark porque, al menos en las imágenes, nosotras no le vemos nada especial...
Pero, ¿dónde y por qué hemos visto esta versión tan 'terrenal' de Meghan Markle? Pues ahí también hay algo de polémica... Al parecer, las fotos las han tomado a la salida del lujoso hotel The Mark, en el Upper East Side de Nueva York, donde los amigos más íntimos de la Duquesa de Sussex (de Serena Williams a Amal y George Clooney) le han organizado una 'baby shower'.
Y es que por mucho título de duquesa que tenga, Meghan Markle es, ante todo, una mujer en la recta final de su embarazo. Y el vuelo Nueva York-Londres, incluso en avión privado, es largo y pesado...
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