Segunda visita en tres años

Los Reyes han vuelto a recibir esta semana la visita de Estado de un presidente de Perú. Estos viajes del máximo nivel solo se repiten cuando cambia el jefe de uno de los dos estados, el que visita o el que recibe. Por eso están tan espaciados entre las monarquías y son mucho más frecuentes en las Repúblicas.

Por ejemplo, entre la visita de Estado que realizaron don Juan Carlos y doña Sofía al Reino Unido, y la que hicieron don Felipe y doña Letizia transcurrieron 32 años. En el caso de Marruecos, pasaron 14 años entre una y otra, y en el de Japón, nueve. Sin embargo, entre la primera y la segunda visita que han recibido los Reyes de un mandatario peruano solo han pasado tres años.

Y lo cierto es que este plazo se podía haber acortado aún más porque en ese periodo ha habido tres presidentes en la república andina, pero el mandato del segundo, Pedro Pablo Kuczynski, fue tan corto que solo pudo hacer una visita oficial a Madrid y no le dio tiempo a realizar ningún viaje de estado a España.

Lo que sí ha ocurrido entre una y otra visita es que el presidente Ollanta Humala y su esposa, Nadie Heredia, a quienes don Felipe y doña Letizia recibieron en 2016, acabaron pasando diez meses en la cárcel de forma preventiva mientras la fiscalía del país investigaba presuntos pagos de la constructora Odebrecht durante su campaña electoral.

Tres años después de la visita de los Humala, don Felipe y doña Letizia han recibido esta semana a Martín Vizcarra y a su discreta mujer, Maribel Díaz Cabello, a quienes los Reyes habían invitado el pasado mes de noviembre, cuando fueron ellos los que viajaron a Lim a. Esta ha sido la octava visita de Estado que han recibido en los casi cinco años de reinado.

La última fue la del presidente de China, Xi Jinping, y su esposa, la soprano Peng Liyuan, que se celebró en noviembre. Como es habitual, los Reyes les recibieron con una ceremonia de bienvenida en el patio de la armería del Palacio Real de Madrid; les invitaron a almorzar en el Palacio de La Zarzuela, después de que don Felipe mantuviera un encuentro de trabajo con Vizcarra y, por la noche, les ofrecieron una cena de gala en el Palacio Real.

Al día siguiente, los dos matrimonios inauguraron la Feria de Arte Contemporáneo ARCO, con Perú como país invitado, y caída la tarde fueron Vizcarra y su esposa quienes ofrecieron en el Palacio de El Pardo, donde se hospedaron, la llamada recepción de devolución. Durante la visita, el Rey entregó a su invitado el collar de la orden de Isabel la Católica, mientras que Vizcarra no le pudo conceder ninguna condecoración a don Felipe porque ya le impuso en noviembre la máxima distinción peruana: la gran cruz de la Orden al mérito por servicios distinguidos.

A partir de ahora lo previsible sería que el Gobierno redujera aún más la política exterior, dada la doble convocatoria electoral del 28 de abril y del 26 de mayo . Sin embargo, los Reyes, que están al margen del debate político, aún cruzarán un par de veces el oceáno Atlántico antes de que los españoles pasen por las urnas.

Además de la visita del Rey a Cataluña, donde inauguró el Mobile World Congress y entregó el premio Reino de España al empresario Mariano Puig, esta semana también se ha podido ver en público a doña Sofía, que sigue manteniendo una gran actividad institucional pero sin que aparezca en la agenda que la Casa del Rey envía a los medios de comunicación.

En esta ocasión, Zarzuela sí anunció que la madre del Rey Felipe iba a entregar las becas de la Fundación Reina Sofía-Fundación Mapfre para la investigación del Alzheimer. Estas becas, que tienen una dotación de 32.000 euros anuales, permiten a jóvenes neurocientíficos españoles consolidar su formación académica y científica en centros de referencia mundial como la Escuela de Medicina del Monte Sinaí situada en Nueva York o el Real Colegio de Cirujanos de Dublín (Irlanda), entre otros.

El acto permitió a doña Sofía regresar a su obra estrella, el Centro Alzheimer de la fundación que lleva su nombre, un enorme proyecto que solo lo podía haber creado una persona con la perseverancia y la fuerza de la Reina.

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