En la imagen, príncipes Harry y Guillermo. / getty

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Ni Guillermo es tan bueno ni Harry es tan golfo: hablamos con el historiador que de verdad sabe todo lo que ocurre entre ellos

Casi un año después de que los duques de Sussex decidieran abandonar la familia real británica, el escritor e historiador Robert Lacey desvela en el libro Battle of Brothers (Batalla de hermanos) los detalles más íntimos de la tensa y conflictiva relación entre los príncipes británicos.

Una caja de cartón se lleva estos días todo el protagonismo en el despacho londinense del historiador Robert Lacey, quizá el mayor experto que existe en la actualidad sobre la Familia Real británica. Una reputación que le ha llevado a ser el asesor histórico de la serie The Crown. En esa caja hay impresos varios capítulos de su último libro, que él mismo envió al Palacio de Buckingham. Se los han devuelto con una nota explicando que nadie en palacio lo ha leído. No le sorprende en absoluto. “Este rechazo por su parte refleja dos cosas: su insistencia en querer hacer ver que no hay ningún problema y la confirmación de que no están manejando esta situación como deberían”, explica Lacey. El elefante continúa en mitad de la habitación.

Ese problema al que hace alusión Lacey es la (no)relación entre los príncipes Guillermo y Harry, quienes desde que los duques de Sussex decidieron abandonar la familia real británica y trasladarse a Norteamérica hace casi un año “probablemente solo se comuniquen a través de sus asesores”, sugiere el historiador. Los detalles de esta ruptura están en su libro Battle of Brothers (Batalla de hermanos).

Mujerhoy: ¿Qué ha ocurrido realmente entre ellos dos?

ROBERT LACEY: Se trata una vez más de la eterna lucha entre el amor y el deber. Como heredero, Guillermo aprendió la lección del deber y la lleva tan a rajatabla que cuando conoció a Kate Middleton tardó nueve años en casarse; lo que necesitó ella para aprender el oficio. Él cree que su hermano debería haber hecho lo mismo, pero cuando Harry conoció a Meghan Markle prefirió guiarse por el amor. Como ocurrió en 1936, con la abdicación de Enrique VIII, ha vuelto a vencer el deber.

¿Y qué papel ha jugado Meghan en todo esto?

Todos creían que Harry se casaría con una agradable y tranquila chica inglesa llama Henrietta, Gabriella o algo así; que se iría a vivir al campo, atendería algunos compromisos y se quedaría en la sombra. Pero ni él ni Meghan responden a ese arquetipo. Ella es una mujer hecha a sí misma. De todos los miembros de la familia real que son millonarios y celebrities, solo uno ha generado su propia fortuna y es el único responsable de su éxito: Meghan. Ya lo era antes de conocer a Harry y probablemente por eso Guillermo pidió a su hermano que fuera más despacio con ella.

¿Podrían haber evitado llegar a esta actual situación crítica?

Completamente. Por ambas partes. De hecho, hay tres partes responsables. Harry y Meghan son culpables de actuar con impulsividad. Guillermo lo es también, por no estar dispuesto a adaptarse. Pero existe una tercera figura que es la corte de Buckingham; los secretarios privados no se lo pusieron fácil a Meghan cuando llegó. A la hora de buscar responsables, apunto en todas direcciones. Aunque no es así como piensa la mayoría de británicos, que ve a Harry y Meghan como los villanos y a Guillermo y Kate como los héroes de esta historia.

Sin embargo, en su libro descubrimos a un Guillermo muy distinto a la imagen que se tiene de él.

En Battle of Brothers cuento cómo Camilla se quedó en shock tras casarse con Carlos al ver el tono tan agresivo con el que Guillermo se dirigía en ocasiones a su padre. Era muy frontal, nunca se andaba con rodeos. Los estereotipos que pesan sobre ambos hermanos han sido un factor determinante para la ruptura: Guillermo siempre ha sido el simpático y serio, mientras que Harry aparecía como el macarra. Sin embargo, Guillermo, que no ha hecho ninguna declaración pública tras la marcha de su hermano, está actuando como su abuela: mirando a otro lado y escondiendo las cosas debajo de la alfombra, esperando a que se arreglen solas.

¿Y dónde queda Kate Middleton en medio de todo esto?

Al principio del distanciamiento, los periódicos hablaban de la mala relación entre Kate y Meghan como si se tratara de una pelea de gatas. La realidad es que ambas son muy inteligentes, ambiciosas y apoyan sin fisuras a sus parejas. Más allá de lo que se cuenta, creo que se tienen mucho respeto.

¿Qué pasará en un futuro próximo?

Esta situación se puede comparar con lo que ocurrió tras la abdicación de Eduardo VIII en 1936; también ha provocado una crisis que afecta a la familia real británica –que probablemente sobrevivirá a ella–, pero de una manera distinta. Entonces el duque de Windsor se marchó y calló. Sin embargo, Harry y Meghan, que están en el exilio ahora, no se van a callar. Están llevando a cabo sus cruzadas, se dirigen a la gente directamente a través de sus redes sociales...Aunque estén planeando volver a Reino Unido durante una temporada para seguir cerca de la familia, no creo que lo hagan en el sentido laboral.

Entonces, ¿volveremos a verlos en suelo británico?

Sin duda. La principal razón por la que han firmado un contrato millonario con Netflix es para devolver al fisco los dos millones y medio del contribuyente que gastaron en la reforma de su residencia de Frogmore Cottage. Irán a Windsor, donde se reúne la familia. A la reina Isabel II siempre le ha gustado Meghan y Harry es su ojito derecho. Sin no han visitado el país durante este 2020 es porque la pandemia ha alterado sus planes.

Si Diana siguiera viva, ¿habrían llegado a esto punto?

Al principio del libro explico que Diana siempre pedía a sus hijos que se hablaran con franqueza. Si no hubiera muerto de una forma tan prematura, les habría inculcado ese hábito. Y si estuviera a su lado también habría tenido la capacidad de mediar entre los dos hermanos. Uno los problemas que tienen Harry y Guillermo es que el príncipe Carlos no ha sido lo que se dice un “padre a jornada completa”, algo de lo que sí que podría haberse calificado a Diana. Ella los habría mantenido unidos.