Marta Luisa de Noruega la princesa medium adicta a TikTok e Instagram, que habla con los ángeles, tiene reality propio, nunca quiso ser reina (y está a punto de renunciar a su título para casarse y hacer negocios con el chamán de Gwyneth Paltrow)

A Marta Luisa de Noruega ser la cuarta en la línea de sucesión al trono de Noruega por ser hija del rey Harald y de la reina Sonia siempre se le ha hecho cuesta arriba. De pequeña quería que sus padres fueran dentistas, su relación con la prensa noruega siempre ha sido un calvario y en cuanto puede huye de los trajes de gala y las ceremonias oficiales. Pero a pesar de no querer recibir ese tipo de atención, siempre ha estado en el centro del foco de la prensa noruega. ¿El motivo? Que es la rara de la familia, tan rara que abogó porque no cambiaran la ley que la impedía ser la próxima reina de Noruega, ella más que interesada en reinar está interesada en hablar a menudo con el más allá.

La cuñada de Mette-Marit es sin duda la más exótica de toda la familia real noruega y aunque en algunas ocasiones ha intentado entrar con calzador en el ideal que todo el mundo tiene en la cabeza de lo que que debe ser una princesa europea, nunca lo ha conseguido del todo.

Por ejemplo, en 2002 hizo el esfuerzo de casarse con alguien, pero escogió al escritor Ari Behn una persona que acabó siendo non grata en palacio por sus actitudes cuando bebía y sus múltiples meteduras de pata públicas, como la vez que se fotografió con la cara enterrada en el escote de una influencer o cuando declaró que la reina Sonia, si pudiera, le mataría.

Mientras duró el matrimonio les dio tiempo a tener tres hijas, todo muy normal, y Marta Luisa se sacó el título de fisioterapeuta al tiempo que fundaba su escuela espiritual para enseñar al pueblo a hablar con los ángeles. Su divorcio, el primero en la familia real noruega en dos siglos, y el cierre de su institución espiritualista llegaron el mismo año, en 2017.

Ni los proyectos económicos ni los románticos de Marta Luisa de Noruega han sido nunca apoyados por su pueblo ni por la prensa de su país, pero no hay duda de que es la persona que más llama la atención de toda la familia real (y eso que es la misma familia en la que está Mette-Marit).

Buena prueba de ello es de que a pesar de todas las polémicas que rodean su vida privada es la única persona de su dinastía que cuenta con serie de televisión propia, un docu-reality titulado “Martha”, que se emitirá este año en la televisión noruega y que se ha grabado mientras la familia permanecía en aislamiento por la pandemia e intentando superar el luto de la muerte de Ari Behn, el padre de sus tres hijas .

Pero de todos los giros que ha dado la vida de esta princesa (que han sido muchos) el más inesperado y que ha dejado noqueada a la sociedad noruega (y a su propia familia) es su nueva pareja. Desde su divorcio con Ari Behn en 2017 no se le conocía pareja, y cuando por fin anunció al elegido por Instagram todo el mundo se quedó sin habla. El escogido por el corazón de la princesa no es otro que el alma gemela de Gwyneth Paltrow, un chamán llamado Durek Verrett que se dedica a leerle la energía y los espíritus a lo más pijo de la sociedad estadounidense por unos 900 € la sesión.

Mientras la pareja habla de que lo suyo estaba escrito en el destino, las estrellas y en vidas anteriores, la sociedad noruega solo ve a un par de charlatanes que se sirven del título de la princesa para vender aún más y así se lo hicieron saber en redes de las formas más ofensivas y racistas que ha vivido el país (por que sí, Verrett, además de gurú, es negro).

La situación ha culminado con visitas a escondidas a Los Ángeles de la princesa escapando de su país confinado en plena pandemia y con el príncipe Haakon hablando en los medios sobre la posibilidad de que su hermana renuncie a su título de princesa para que no pueda usarlo en las iniciativas comerciales que comparte con su pareja actual. No sabemos qué han dicho los ángeles al respecto, pero de momento Marta Luisa ha creado una sociedad llamada PML International, sí, las siglas de Princess Martha Louise, tal cual.