Quién es Camilla de Borbón Dos Sicilias, duquesa de Castro, la heredera italiana a la que se le reclama una multa de dos millones (actualmente recurrida)

La historia de Camilla de Borbón Dos Sicilias , la de una joven millonaria que se casa con un aristócrata, podría ser un envidiable relato en las páginas de las revistas más glamourosas si no fuera porque está salpicada de complejísimas tramas judiciales desde hace décadas. Una historia de obras de arte, juicios y familia que pueden desembocar en que la rica heredera italiana con un Borbón en su apellido haya sido condenada a pagar una multa millonaria con la amenazada con ir a parar a la cárcel.... algo que, en realidad, está lejos de ocurrir.

La multa millonaria a la que se refiere el titular de este artículo ha sido impuesta por una resolución de un tribunal de Jersey que aún no es firme y que ha sido debidamente recurrida por los abogados de la duquesa de Castro. Pero que no se ejecute no significa que éste no sea un caso singular, de hecho, es muy llamativo. «Por su cuantía, esta es una sanción absolutamente inaudita y sin precedentes en Jersey por lo que nuestra cliente considera que será revocada en última instancia», nos comunican desde el despacho de abogados de Camilla de Borbón Dos Sicilias al tiempo que aseguran «la duquesa, puedo asegurarle, no va a terminar ingresando en prisión bajo ninguna circunstancia. No es un futurible». ¿Pero qué ha sucedido para que se haya llegado a este extremo? Para entenderlo hay que hablar un poco de la vida de la duquesa.

Nacida en Roma, en 1971, Camilla de Borbón Dos Sicilias vivió una infancia y adolescencia acomodada junto a su hermana Christiana hasta que todo pareció torcerse. Hija del empresario Camillo Crociani, presidente y Consejero Delegado de Finmeccanica y fundador de Ciset, y de la actriz Edoarda Vessel, cuyo nombre artístico era Edy Vessel, la futura duquesa se formó en distintas ciudades del mundo hasta que una tragedia se abatió sobre la familia.

Camillo Crociani se vio envuelto en un escándalo de corrupción. Le acusaron de haber sobornado a varios políticos italianos para conseguir contratos en exclusiva con el ejército, abandonó Italia y se instaló en México con su mujer donde falleció tan solo un año después de ser condenado.

Con la muerte de Camillo su mujer, Edoarda, una joven viuda con dos hijas pequeñas, se dedicó a la gestión del patrimonio familiar y decidió establecer un fideicomiso a nombre de sus hijas en las Bahamas que años más tarde sería la causa de toda una serie de juicios que han culminado con la última sentencia contra Camilla de Borbón Dos Sicilias.

Antes de que aparecieran los problemas y los juicios en la vida de Camilla Crociani apareció el amor de su vida y nada más y nada menos que con un descendiente de Carlos III, Carlos de Borbón Dos Sicilias. La pareja se conoció en Mónaco en una fiesta privada y el padre del novio le dio su bendición a la unión en un tiempo récord. Camilla se casó en 1998 en la catedral de Sainte Devote de Mónaco y en las portadas de la prensa rosa hubo mucho juego de palabras porque por fin se casaban Carlos y Camilla.

Al contrario que su hermana Christiana que se divorció de su primer marido en apenas cuatro meses, la duquesa de Castro sí alcanzó la estabilidad conyugal a la primera y es feliz con su marido, sus dos hijas que fueron presentadas en sociedad en el baile de debutantes de París, sus causas humanitarias, incluida la labor que realiza Camilla de Borbón al fente de la Orden Constantiniana de San Jorge que funciona como una eficaz ONG, los bautizos reales en los que ejerce de madrina y sus propiedades en medio mundo.

Lo único que empaña la felicidad y estabilidad de la vida de la duquesa es la enrevesada trama de juicios que ha arrastrado a su familia. Su hermana Christiana denunció ante los tribunales al banco que gestionaba el fondo fiduciario que compartía a partes iguales con Camilla porque había desaparecido una parte de él.

En 2017 aparentemente Cristiana ganó el juicio contra el BNP Paribas Jersey Trust Corporation y los fondos que desaparecieron con la remodelación del trust debíeron ser restituidos, pero todo es mucho más complejo de lo que parece a primera vista y desde el despacho de abogados de la duquesa así nos lo explican: «la sentencia de la Corte de Jersey que ha condenado a la BNP y a la madre de la duquesa a la restitución de una importante suma asi como la fallada a favor de la entidad bancaria contra la madre de la duquesa -que no contra Camilla de Borbón Dos Sicilias- no ha podido ser ejecutada ni en Francia ni en Mónaco habiendo sido acusada BNP de estafa procesal».

En el último de los juicios que ha tenido lugar en este largo periplo en los tribunales que ya dura una década el último daño colateral ha sido la condena por un tribunal de Jersey a pagar una multa multimillonaria (o ser encarcelada) a Camilla de Borbón Dos Sicilias. El juez del caso estimó que la duquesa de Castro había cometido desacato al tribunal al no saber contestar sobre el paradero del dinero y las obras de arte que según la entidad financiera su madre había retirado del fondo fiduciario.

Básicamente la duquesa de Castro ha sido condenada a pagar dos millones de libras de multa o pasar 12 meses en la cárcel por decir que no sabe dónde su madre guarda su propia fortuna fortuna lo cual es extraño porque, ¿cómo puede demostrar alguien ante un juez que no sabe algo si no es, simplemente, diciendo que no lo sabe?

Por supuesto, la decisión del juez de Jersey ha sido recurrida por los abogados de la duquesa y tanto ella como su madre han ejercitado acciones civiles y penales contra BNP en Paris y Monaco y ante el Private Council de Londres reclamando una suma que asciende a los 250 millones de euros. Hasta el momento, todas las resoluciones judiciales que han sido favorables a la BNP no han podido ser ejecutadas, los litigios continúan abiertos y la familia pelea en los tribunales porque sean los directivos de la BNP quienes respondan de su gestión como administradores del trust ante la justicia.