Quiénes son los ahijados plebeyos del rey Felipe VI: padrino de los retoños de sus amigos más fieles y leales

El rey Felipe VI tiene la friolera de 12 ahijados y no se descarta que en el futuro sean más. Pero este fin de semana nos ha sorprendido no por la cantidad sino por la variedad de las personas con las que ejerce de padrino. Siendo el rey un Borbón de pura cepa nos sorprende que desde los 15 años haya visitado la pila bautismal para asistir al bautismo de infantes con apellidos de renombre como los Hannover o la familia real Noruega, pero una boda asturiana este fin de semana nos ha venido a recordar que también algunos plebeyos pueden presumir de tener a todo un rey como padrino.

En 1990 se celebró la primera edición del premio Pueblo Ejemplar de Asturias y llegó con doble premio para San Esteban de la Cuñaba, que no sólo se ganó la visita del entonces Príncipe de Asturias sino que, por invitación del alcalde, convirtió al único bebé de la aldea en uno de los ahijados de Felipe VI: Felipe López Sánchez.

El certamen que hoy por hoy es uno de los momentos más entrañables durante la celebración Premio Princesa de Asturias se convirtió en aquel momento en un hito en la vida de un bebé que hasta entonces iba a llamarse Daniel. Ese bebé, obviamente ha crecido, tiene ya 32 años, es abogado y se ha unido en matrimonio a una gijonesa llamada Lorena Meana en la iglesia de San Salvador de Deva este fin de semana.

Hasta el día de su boda Felipe López y Felipe de Borbón han mantenido el contacto a lo largo de las décadas y el rey se encarga de que, cada año, su ahijado asturiano pueda asistir a los premios Princesa de Asturias y, de paso, tener un cara a cara con él. Lo de aparecer por sorpresa en su enlace matrimonial ha sido un plus en su buena relación. Pero aunque impresionante, Felipe no es el único español sin sangre noble en las venas que puede presumir de tener un padrino tan envidiable.

Lo de aparecer por sorpresa en las bodas de sus ahijados no royals ya lo puso en práctica Felipe VI en 2017 cuando hizo una jugada similar en el enlace de Martina Jáudenes de Diego. La ceremonia se celebró en Palma y tuvo el gossip garantizado porque en ella coincidieron el hijo de don Juan Carlos de Borbón con Marta Gayá.

Cotilleos aparte, Martina Jáudenes, la novia en aquella ocasión y ahijada de don Felipe, deslumbró en su boda que para algo es la cara visible de su firma de cosmética ecológica y vegana Mumdose. A la ceremonia acudió lo más granado de la sociedad mallorquina y madrileña, porque Martina se casaba con el empresario hostelero Luis Abascal Alía y tiene un círculo de amigos altamente instagrameable.

Martina es hija de Eugenio Jáudenes, comandante de Iberia y compañero de regatas del rey desde que era príncipe, y Chusa Gómez de Diego, y lo que une el mar no lo separa nadie. Polifacética (es asesora patrimonial, modelo ocasional para la firma de Sara Carbonero, influencer con 44.000 seguidores y emprendedora beauty además de madre de dos niños) el principal rasgo de Martina es, sin embargo, su discreción: elude mejor que nadie las preguntas sobre su padrino.

Aunque muy a su pesar alguna vez ha sido captada con su padrino. siendo la ocasión más célebre cuando le saludó, en bikini y desde un barco en plena celebración de las regatas en 2019. Incluso con su discreción, no cabe duda de que conserva algunos privilegios de ahijada, como el de haber sido una de las invitadas al Palacio Real el día de la ceremonia de proclamación de Felipe de Borbón como rey de España.

La amistad de Álvaro Fuster y el rey Felipe VI data de sus años de colegio. No es extraño, por lo tanto, que en 2012 tanto el empresario como su mujer, Beatriz Mira, decidieran ofrecer al rey que fuera el padrino de su hijo Álvaro. Felipe de Borbón aceptó, pero desafortunadamente no pudo acudir al bautismo.

La ceremonia tuvo lugar en diciembre en Málaga, en la parroquia de San Miguel de Miramar y aunque el rey no acudió, la familia no se podía quejar: los entonces príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, sí fueron a la boda de la pareja que había tenido lugar en marzo de ese mismo año e incluso Felipe firmó como testigo de la ceremonia.

Poco se sabe del ahijado por poderes, que ya ha cumplido 11 años, pero sí de la relación que une al rey con Álvaro Fuster, uno de los pocos amigos «de toda la vida» que aún conserva hoy en día (cosa que no se puede decir de otros, como Javier López Madrid).

Se dice que, en su juventud, Álvaro Fuster era quien hacía de celestina para el príncipe. También que los dos amigos se van cada año de viaje juntos, una escapada secreta que en algún momento se ha convertido en un plan de parejas incluyendo a Letizia y Beatriz Mira en la actividad. Su lealtad al rey está fuera de toda duda y jamás ha hablado el público de él. Un detalle que le ha valido ganarse un padrino de lujo para su primogénito.