Hijo secretos, demandas de paternidad y herencias millonarias: los líos judiciales que complican la vida de Charlène y Alberto de Mónaco

El príncipe Alberto de Mónaco no lleva un año sencillo. El hijo de Rainiero de Mónaco y Grace Kelly , además de la pandemia que afecta al resto de los mortales, ha tenido que enfrentar en 2021 a los rumores de divorcio, la ausencia de su mujer la princesa Charlène, criar a sus mellizos en solitario con la princesa Gabriella escayolada de fondo… Entre el acoso de la prensa y el hecho de ser «un blanco fácil« para los rumores, como él mismo ha confesado a la revista People, parece que no va a levantar cabeza hasta que no empiece 2022... o no. Porque le quedan algunas pruebas que superar y no nos referimos al regreso de Charlène a Mónaco : los líos judiciales de Alberto de Mónaco también le están esperando.

El más aireado por los medios de todos esos procesos judiciales es el que tendrá lugar en Italia, el lugar en el que una mujer brasileña de 36 años llamada Marisa ha interpuesto una nueva demanda de paternidad contra el príncipe (y ya sería tres). La mujer asegura haber conocido al príncipe hace quince años en Copacabana, empezar un idilio con él y que Alberto la trajo a Europa donde convivieron durante semanas en un viaje de placer entre Portugal, Italia, Rusia… Después él regresó a Mónaco y ella a Brasil donde descubrió que estaba embarazada.

Marisa afirma que cuando se lo comunicó al príncipe este se desentendió y perdieron completamente el contacto. También ha explicado en los medios (pero conservando el anonimato), que no desea nada para ella misma, pero sí que su hija de 15 años conozca a su padre. por ello ha interpuesto una demanda de paternidad, con test de ADN incluido, contra el príncipe Alberto.

De seguir adelante el proceso que ya se ha retrasado en una ocasión por la pandemia, el príncipe debería hacerse la prueba por tercera vez: de las dos veces anteriores salió del juzgado con dos hijos fuera del matrimonio, Alexandre Grimaldi-Coste y Jazmin Grace.

El otro juicio pendiente del príncipe da para mucho menos salseo pero sin duda es bastante más extraño. Por lo visto a lo largo de una década hay una viuda norteamericana que le reclama al príncipe monegasca una herencia. Todo comenzó en 2011 cuando un adinerado monitor de yoga estadounidense apellidado Kellogg Smith falleció dejando dos testamentos distintos.

El primero de ellos, con fecha del 25 de junio de 2005 designaba como heredero de su fortuna al príncipe Alberto de Mónaco como heredero. El segundo, del 29 de agosto del mismo año y realizado por notario, estipulaba que su viuda heredería un tercio de su fortuna mientras los otros dos tercios irían destinados a ONGs.

Mientras el lío entre la viuda y el príncipe se aclara (y llevan una década en ello) el patrimonio del monitor de yoga, que se calcula que asciende a los 3,5 millones de euros, permanece retenido en BNP Paribas de Mónaco. El septiembre la viuda intentó que el Tribunal de Apelación de París liberara los fondos, mientras que desde Mónaco se ha pedido una audiencia... para junio de 2022. esperemos que para entonces no haya otro nuevo proceso judicial contra el príncipe.