Las tres tragedias del duque de Cádiz, Alfonso de Borbón, el aristócrata maldito que soñaba con la guillotina (y se casó con la nieta de Franco)

Pudo ser rey, con Carmen Martínez Bordiú, nieta de Franco, como reina consorte. Sin embargo, su vida estuvo marcada por la tragedia y la pérdida. Hasta soñó cómo iba a morir poco antes del accidente en la nieve que le arrebató la vida.

Pincha en la foto para ver a Carmen Martínez Bordiú a las puertas de los 70: alejada de la vida pública junto a su novio 35 años menor que ella y con la sombra de un pasado que la persigue. /abc

Pincha en la foto para ver a Carmen Martínez Bordiú a las puertas de los 70: alejada de la vida pública junto a su novio 35 años menor que ella y con la sombra de un pasado que la persigue. / abc

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Alfonso de Borbón y Dampierre , duque de Cádiz y duque de Anjou, fue probablemente el primo más incómodo del rey emérito Juan Carlos. Hijo del infante Jaime de Borbón y Battenberg y Emmanuela Dampierre, nieto por tanto de los reyes de España Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg, su figura estuvo siempre rodeada de polémica y tragedia, como si hubiera nacido con una nube negra sobre su misma cabeza. Su nacimiento le colocó en la tesitura de eterno pretendiente al trono español y al francés , una reclamación de los legitimistas franceses contra la casa de Orleans. Su padre, Jaime de Borbón, sordo casi de nacimiento, tuvo que renunciar a sus derechos al trono de España en 1933, en un acto sin notario en un hotel de Fontainebleau que quiso invalidar en 1949. No lo consiguió, pero se opuso siempre a que su hermano Juan, padre de Juan Carlos I, fuera considerado jefe de la casa real.

La rebeldía de Jaime de Borbón marcó la biografía de sus hijos, Alfonso (Roma, 1936-Colorado, 1989) y Gonzalo. Y a Alfonso le colocó en la posición de amenaza constante a la línea sucesoria oficial. Para despejar dudas sobre su lealtad, el duque de Cádiz firmó en 1969 un documento en el que renunciaba a sus aspiraciones a reinar, acatando la designación del entonces príncipe Juan Carlos como sucesor de Franco en la jefatura del estado. Ese mismo año fue nombrado embajador de España en Suecia, un cargo que desempeñó hasta 1973.

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Con quién se caso Alfonso de Borbón

Fue precisamente en Suiza donde conoció a Carmen Martínez-Bordiú, hija de los marqueses de Villaverde y, por tanto, nieta de Franco. Su padre, Cristóbal Martínez-Bordiú, la llevó a Estocolmo a un acto en la embajada donde selló el destino matrimonial de su hija. La pareja se comprometió en 1971 (frente a toda la prensa, ella lució un imponente vestido rosa), se casó en el Palacio de El Pardo, de Balenciaga y ante la atenta mirada de Grace Kelly y Rainiero, en 1972. Recibieron el ducado de Cádiz como regalo del jefe del estado, con el tratamiento de Alteza Real para él y el de Excelentísima Señora, para ella. El enlace volvió a desatar todo tipo de teorías de la conspiración sobre un supuesto plan para descabalgar a Juan Carlos de la futura jefatura de estado y hacer rey a Alfonso de Borbón y reina consorte a una nieta de Franco. No pudo ser, entre otras cosas porque Carmencita se cansó pronto de interpretar el papel que la familia le había designado.

En 1976, Carmen Martínez Bordiú conoció durante un crucero al anticuario parisino Jean-Marie Rossi, 20 años mayor que ella. El romance pudo más que el matrimonio, que se separó en 1979, se divorció en 1982 y fue nulo en lo eclesial en 1986 «por inmadurez de la novia». Esta fue la primera tragedia de Alfonso de Borbón: mientras su madre tachaba a Carmen Martínez de Irujo de ninfómana, él admitió que el francés tenía probablemente menos problemas que él y era más divertido en la cama. De hecho, Carmen ha confesado en varias entrevistas que el duque de Cádiz, ante su enamoramiento, le pidió: «Vete, pero vuelve».

¿Cómo murió el hijo de Alfonso de Borbón?

La segunda gran tragedia de Alfonso de Borbón sucedió tras su divorcio, en el cual él se quedó con la custodia de sus dos hijos, Francisco de Asís y Luis Alfonso. En febrero de 1984, el duque de Cádiz, sus dos hijos y la nanny de estos volvían de la estación de Astún, donde acudían a practicar su deporte favorito: el esquí. El duque conducía el turismo que, a la altura de Corella, en Navarra, se saltó una señal de stop y chocó con un camión. El impactó se llevó la vida de Francisco de Asís, que entonces tenía 11 años, y dejó malheridos al resto del pasaje. El duque jamás se repuso emocionalmente de esta pérdida ni de su divorcio. Al contrario: le convirtió en un caballero de triste figura, defensor de la perdida causa de los legitimistas franceses en calidad de duque de Anjou.

¿Cómo murió Alfonso de Borbón?

En enero de 1989, el duque de Cádiz visitaba las Montañas Rocosas, en Colorado, donde se celebraban los Campeonatos del Mundo de esquí. Alfonso de Borbón descendió una de las pistas mientras los operarios colgaban unas pancartas (de hecho, estaba cerrada al público) y no vio el cable que colgaba a la altura de su cuello. El choque le produjo una incisión terrible que fue letal, en parte porque los médicos tardaron más de media hora en atenderle y dos horas más en llevarle a una clínica. Se habló, incluso, de atentado, aunque la investigación concluyó que había sido un trágico accidente. Carmen Martínez-Bordiú, en nombre de su hijo Luis Alfonso, presentó una demanda civil por negligencia en la corte de Colorado, pero la vista no llegó a celebrarse. Las partes llegaron a un acuerdo de indemnización de 600.000 euros.

Mirta Miller, compañera sentimental del duque de Cádiz durante nueve años, confesó que meses antes de la muerte de Alfonso de Borbón le escuchó decir: «Si viviera en el siglo XVIII, ya estaría guillotinado». No fue la única premonición trágica del duque, quien cuatro años antes de su fallecimiento, en 1985, ya le había confesado a la periodista Pilar Urbano en una entrevista: «De haber vivido en el siglo XVI no habría llegado vivo a los 49 años. Habría acabado en el cadalso». En su última entrevista le preguntaron si se sentía viejo. Él respondió que no. «Hoy día la vida es mucho más larga que antes. Mi abuelo paterno (Alfonso XIII) murió con 54», comentó. Alfonso de Borbón y Dampierre murió con 52.