Nos colamos en la boda de Tamara Falcó: fotos filtradas, un accidente y la romántica sorpresa de Íñigo Onieva a la novia

Móviles prohibidos, contratos de confidencialidad, un gran equipo de seguridad... Todo estaba preparado para que la boda del año estuviera sujeta a la exclusiva millonaria que la revista del saludo ha pagado para tener todos los detalles de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Sin embargo, a expectación generada y la cantidad de invitados y profesionales ha hecho que algunos detalles y fotografías hayan trascendido.

Además de la llegada de los asistentes al enlace y de poder fichar algunos de los looks de las invitadas -estos son los mejores- , se sabe bastante de lo que sucedió dentro de la finca El Rincón. Entre medios de comunicación y redes sociales, se ha desvelado que hubo un accidente, que fue una ceremonia al aire libre y que la novia ha escogido un vestido de inspiración royal . ¡Te lo contamos todo!

Por fin. Tamara e Íñigo se han convertido en marido y mujer. Después de una previa de boda de idas y venidas, de incidentes múltiples y una infidelidad (y reconciliación) de por medio, la pareja más mediática del momento ha podido darse el 'sí, quiero' en la que es la boda del año o también la boda maldita.

El universo (o quien quiera que sea) parecía estar dándo señales a la marquesa de Griñón de que ahí no era después de que se quedara sin vestido de novia o del famoso robo de las joyas. Unas señales que Tamara ha ignorado por completo y que, según recogen varios medios de comunicación, han continuado incluso en la propia boda.

Y es que, al parecer, un pequeño incendio que podría haber terminado en tragedia fue protagonista de la ceremonia. Sí, has leído bien. Durante la misa nupcial, la casulla del sacerdote José Luis empezó a prender fuego debido a una vela. Un susto que quedó en nada gracias a Alejandra Onieva, que enseguida se dio cuenta de los sucedido y lo apagó a manotazos. ¡Menos mal!

Ante un timing muy exigente, con sesión de fotos de por medio para la exclusiva, sorteando a paparazzis y movilizando a cientos de invitados, la boda arrancó con 45 minutos de retraso. Casi una hora tuvieron que esperar los invitados para ver a la novia, quien llegó rodeada de sus hermanas y de su madre, Isabel Preysler.

Tamara Falcó hizo su aparición del brazo de Manolo Falcó, su hermano mayor, quien ejerció de padrino debido a que el padre de la novia fallecó en 2020 debido al coronavirus. Una ausencia muy importante en el evento que fue recordada en las peticiones y convirtiéndose en uno de los momentos más emocionantes.

Y es que, el romanticismo y la emoción fueron parte protagonista del enlace. Al parecer, se pudo ver visiblemente emocionados a algunos de los invitados, especialmente a Chabeli Iglesias, quien tuvo que secarse las lágrimas en varias ocasiones. Y es que, los hermanos de Tamara se mostraron muy felices de poder verla cumplir su sueño.

Incluso antes de que arrancara el evento del año, algunos medios ya desvelaron que tanto Tamara como Íñigo tenían preparada una sorpresa. Y ya se sabe qué es lo que hizo él. Después de darse el 'sí, quiero', el novio declaró su amor a los cuatro vientos (y nunca mejor dicho).

Doscientos drones iluminados sobrevolaron el cielo de El Rincón mientras se colocaban perfectamente para crear diferentes mensajes. Según ¡Hola!, se podía leer las iniciales de ambos, formas como un corazón o un palacio o la frase 'Loves is in the air' (el amor está en el aire). Romanticismo por todo lo alto.

Con las pistas del diseñador Wes Gordon y los detalles de la revista del saludo, hemos podido saber que Tamara lució un vestido de inspiración royal. Ella misam desveló hace un par de meses que se había inspirado en la propia Grace Kelly para confeccionar su look. Y así fue, la marquesa de Griñón lució espectacular con un diseño de Carolina Herrera con velo y tiara que provocó la emoción de Íñigo Onieva.