Amor en Mónaco
Amor en Mónaco
Nada mejor que la hemeroteca para descubrir cómo las personas cambian en función de muchos elementos. Es el caso que nos ocupa, el de Nicolas Matthieu, novio de Carlota Casiraghi, el prestigioso premio Goncourt, por su novela 'Les enfants après eux', que acaba de llevarse a la gran pantalla bajo la dirección de Ludovic Boukherma y Zoran Boukherma. Se estrenó en el último festival de Venecia y su protagonista, Paul Kircher ganó el premio Marcello Mastroianni. El 4 de diciembre llegó a las salas francesas con críticas notables.
No siempre fue fácil, tampoco complicadísima, la vida para el actual yerno de Carolina de Mónaco. Sus orígenes son modestos, aunque nunca le faltó de nada. Nicolas Matthieu es el hijo único de un padre electromecánico y una madre contable. Sus padres le recalcaban que no eran estadounidenses, que debían adaptarse a lo que tenían. «Hicieron lo mejor que pudieron con lo que tenían, igual que yo», declaró en una entrevista con Marie-Claire.
Cuando tenía ocho años le regalaron una máquina de escribir, lo que marcó su destino. Aun así, hasta convertirse en una de las máximas estrellas de la literatura francesa en la actualidad, el camino fue largo. Sus padres le matricularon en un colegio privado religioso, lo que le permitió convivir con otros chicos de otras clases sociales más altas, mientras él rumiaba cuál sería su futuro. A los 14 años ya tenía claro que quería ser escritor.
Para ganarse la vida trabajó como periodista para una publicación online e incluso redactaba actas de comités de empresa, una actividad aburrida y rutinaria de la que, sin embargo, sacó algunas enseñanzas. De alguna manera le devolvió a sus orígenes y posteriormente manifestaría que «ya no escribo para arrancarme de mi mundo sino para contarlo desde dentro».
Llegado un punto, Nicolas Mathieu se encontró viviendo entre dos mundos. El que dejaba atrás, su Lorena natal, donde pasó su juventud y siguen viviendo sus padres, y el de París y la Sorbona, donde se empezó a mover en ámbitos literarios y se encontró rodeado de aduladores después de ganar el premio Goncourt en 2018.
«Cambió mi vida por completo, es un torbellino del que todavía tal vez no me he bajado. Me vi sumergido en un mundo en el que no me siento a gusto, siempre tengo una sensación de impostura y de no querer hacerlo», aseguraba en Marie-Claire.
El premio le propició al novio de Carlota Casiraghi un mundo más confortable. Renovó su casa, dejó de preocuparse por llegar a fin de mes y se compró un coche. De naturaleza introspectiva, el escritor empezó a plantearse que su vida ya no volvería a ser la misma, que no iban a mirarle de la misma manera que cuando era un escritor prácticamente anónimo apasionado por las letras.
Nicolas Matthieu se considera una persona de izquierdas (uno de sus temas recurrentes es las consecuencias de la desindustrialización entre la clase obrera). Entre sus escritores favoritos destacan Céline, Annie Ernaux y el suizo Albert Cohen, artífice de la trilogía de 'Bella del señor', una de las grandes joyas de la literatura europea y un alegato espectacular contra el nazismo y el antisemitismo.
Al autor le gusta estar presente en las redes sociales. No en vano alimenta muy habitualmente su perfil de Instagram donde cuenta con casi 150.000 seguidores en el momento de escribir estas líneas. Suele publicar reflexiones bastante extensas sobre películas que ha visto o sobre asuntos que le llaman la atención. Sin embargo, no se prodiga con fotografías propias.
Para un autor con tanta conciencia de clase, es un reto encajar en una familia como la Grimaldi. Sin duda, Carlota Casiraghi y él tienen orígenes diametralmente opuestos, aunque ambos tienen en común numerosas inquietudes, como su amor por el cine y la literatura. Si por algo se ha caracterizado la nieta de los recordados Raniero de Mónaco y Grace Kelly, cuya vida fue más dura de lo que parecía a primera vista, ha sido por sus grandes inquietudes intelectuales y sus ganas de superarse.