La princesa Charlène se retira de la vida pública y no asistirá ni al Día Nacional de Monaco (se disparan los rumores de cese temporal de la convivencia)

Nadie se esperaba un anuncio de esta naturaleza. Solo ocho días después de volver al Principado de Mónaco y reunirse, por fin, con sus hijos, la princesa Charlène anuncia que abandona la vida pública, temporalmente y por razones de salud. El comunicado oficial de la Casa Grimaldi explica que Charlène «inicia un período de calma y descanso, necesario para garantizar la mejor recuperación de su salud». La declaración continúa haciendo referencia a su delicado estado: «Teniendo en cuenta que ha luchado contra sus problemas de salud durante meses, la princesa se encuentra convaleciente y continuará encontrándose así durante las próximas semanas o el tiempo necesario para recuperarse de un estado de profunda fatiga general».

El anuncio ha causado sorpresa en todo el mundo y tristeza en el Principado de Mónaco, pues la princesa Charlène no participará en la inminente celebración del Día Nacional, el próximo 19 de noviembre. «La pareja principesca lamenta anunciar que la princesa Charlène no podrá asistir a la Fiesta Nacional de este año junto a su familia y la gente de Mónaco», ha precisado el comunicado oficial. «Tan pronto como se recupere, la princesa espera volver a llevar a cabo sus deberes junto al príncipe y pasar tiempo con los monegascos», confirma. Esta misma semana, el príncipe Alberto ha viajado a Emiratos Árabes Unidos para la inauguración de Dubai Expo acompañado por la princesa Estefanía y dos de sus hijos, Louis Ducret y Camille Gottlieb.

Este anuncio vuelve a levantar sospechas sobre la relación entre Charlène y Alberto, una pareja asediada frecuentemente por los rumores de divorcio. La frialdad entre ambos, subrayada sobre todo en sus últimas fotos juntos durante un viaje del príncipe y sus hijos a Sudáfrica, podría ser indicio de lo que podríamos llamar un 'cese temporal de la convivencia' que se oculta al público. De hecho, el mismo comunicado oficial de los Grimaldi ha hecho saber que, para proteger «la comodidad y la privacidad, esencial para su recuperación, la ubicación de la princesa seguirá siendo estrictamente confidencial». Se intentan acallar así las informaciones que apuntan a que la princesa no vive en palacio. Al parecer, la antigua nadadora se está alojando en un apartamento de dos habitaciones situado a unos 300 metros y ubicado encima de una antigua fábrica de chocolate, en el que ya residió anteriormente.