
Las Lallas de Marruecos
Las Lallas de Marruecos
Hubo un tiempo en el que parecía que el reinado de Mohamed VI sería eclipsado por una mujer, concretamente la suya, Lalla Salma, a la que se veía como el epítome de la modernización de la corte marroquí. Ahora ese papel de apoyo al rey lo ejercen otras Lalla, las hermanas del monarca: Meryem, Hasna y Asma. Pero estas mujeres no fueron, ni mucho menos, las pioneras.
El rey Hassam II también tuvo en su vida una familia bien nutrida de hermanas. De entre ellas destacaban las tres Lallas nacidas en el palacio real de Rabat fruto de la unión de Mohamed V con su madre, Abla bint Tahar.
Ellas eran Lalla Aicha, Lalla Malika y Lalla Nuzha, las princesas marroquíes que pasaron fugazmente por la historia y la prensa rosa de la época. Mujeres «exóticas» a los ojos occidentales, educadas en palacio pero con acceso a formación universitaria y curtidas en el exilio de Córcega y Madagascar y la dura tarea de acompañar al príncipe heredero intentando dar una imagen de modernidad de un país que vivía sus «años de plomo». ¿Quiénes eran estas mujeres?
Lalla Aicha, murió a los 81 años ante la indiferencia de la prensa internacional que durante décadas la siguió cuando era joven. Fue considerada durante un par de décadas la primera feminista marroquí porque en 1947 porque se atrevió a aparecer en público sin velo y reclamando el derecho a la emancipación femenina. Tenía entonces 17 años.
Más tarde se supo que aquella aparición fue consentida y animada por su padre el rey Mohamed V que intentaba dar otra imagen al mundo de su país. Lalla Aicha fue la primera y exitosa campaña de publicidad de la monarquía alauí.
Lalla Aicha, la hermana del rey de Marruecos, Mohamed VI. /
Como buena hija, Lalla Aicha acabó casándose. Su vida matrimonial estuvo marcada por el número tres y un toque de mala suerte, Se supone que sería la mujer del rey Faisal de Irak, pero le asesinaron antes de que el compromiso fuera oficial. Finalmente se casó el 16 de agosto de 1961 con Moulay Hassan al-Yaqubi, hijo de un rico terrateniente, en una extraña ceremonia multitudinaria en la que también se unieron en matrimonio su hermana, Lalla Malika y su medio hermana Lalla Fátima.
El enlace fue tan raro a los ojos occidentales que aún hoy la prensa recoge que las tres se casaron con el mismo hombre. No fue así, el diario Le Monde despeja en su crónica de aquel mes de agosto el nombre de los tres esposos: Moulay Hassan al-Yaqubi para Aicha, Mohammed Abdallah Cherkaoui para Malika y el príncipe Moulav Ali para Fátima.
Pero a pesar de ser la mayor y más aleccionada, Aicha se acostumbró a seguir haciendo cosas por «primera vez» y acabó siendo la pionera de la familia en divorciarse. Lo hizo en 1972, el mismo año en el que se casó con su segundo esposo, Moulay Hassan al-Mahdi, en una ceremonia que la convertiría en tercera esposa, porque su marido ya tenía otras dos mujeres en casa. De nuevo el número tres.
Durante buena parte de los años 60, Lalla Aicha fue la imagen de los intentos de modernización de Marruecos, pero no era ni mucho menos la única mujer fuerte de la corte marroquí, aunque sí la que más reconocimiento público recibió.
Ejerció por orden de su hermano como embajadora de su país en distintas capitales europeas, como Roma y Londres, llegando incluso a sustituir al rey en eventos oficiales ante la reina Isabel II. Desde bien joven Lalla Aicha estaba acostumbrada a acompañar a Hassan desde cuando sólo era el príncipe heredero en sus viajes oficiales por el mundo. Un placer que también compartió Lalla Malika. Aún se puede ver en las agencias imágenes de la princesa engalanada acompañando a su hermano el príncipe en su visita a los Kennedy en Estados Unidos.
La vida matrimonial de Malika y una mala jugada del destino en el caso Aicha las alejaron de esos «front rows» de la diplomacia. Los rumores afirman que Aicha perdió la confianza de su hermano y este la alejó del poder y la obligó a mantener un perfil bajo tras brillar con fuerza hasta su segundo matrimonio. La relación quizá se enfrió cuando Ahmed Ghomari, el hombre de confianza de Lalla Aicha en la organización benéfica que esta presidía, fue acusado de desviar fondos para apoyar un movimiento golpista.
A pesar de su retirada de la vida pública Aicha consiguió seguir sumando logros, como el de ser la primera presidenta de Entraide Nationale, la de la Sociedad de la Media Luna Roja Marroquí desde la década de 1950 hasta 1967 y presidenta de honor de la Unión Nacional de Mujeres Marroquíes desde 1969 hasta el día de su muerte en 2011.
Lalla Malika fue la última representante de esta saga real de mujeres en morir. Lo hizo en 2021, en plena pandemia, después de haber vivido en primera fila cómo todas las mujeres que habían rodeado a Hassan II desaparecían de la vida pública y privada de palacio.
Su sobrino acabó con el harén de su padre y las segundas y terceras es posas fueron enviadas extramuros. Se acabó la poligamia en Marruecos para su familia real y con ella las confusiones en la prensa con las bodas múltiples.
En el reparto de maridos de aquella ceremonia de los 70 orquestada por su padre, Malika se unió a uno de los hombres poderosos del reinado de su hermano: Mohammed Abdallah Cherkaoui, que había sido nombrado embajador de Marruecos en París y que tras la ceremonia tenía como primera misión presentar sus cartas credenciales al general De Gaulle.
Aquellos primeros años de casada los pasó en la capital francesa asistiendo de primera mano a la delicada diplomacia que exhibía Marruecos con sus ex enemigos franceses. Más tarde volverían a Marruecos con su marido convertido en ministro.
Malika heredó algunos de los cargos de Aicha cuando ésta «cayó en desgracia», como el de la presidencia de la Media Luna Roja. Pero su momento más duro lo viviría después, cuando vio desaparecer una a una a las mujeres que habían controlado durante décadas la corte de Hassan II.
La primera de ellas en irse fue su hermana Lalla Nuzha, que murió prematuramente al salirse su coche de la carretera y chocar contra un árbol a 60 km de Tánger. Tenía sólo 37 años. En 2011 desaparecerían dos de las Lallas de Hassan II, Aicha y Amina. En 2014 su compañera de boda, Lalla Fátima. Pero para entonces Malika ya casi no aparecía en público. Ella, que junto a sus hermanas lo tuvo todo, al final desapareció sin dejar una foto para el recuerdo.