La nueva marquesa de Bath, la ex modelo Lady Emma Weymouth.. / instagram

Lady Weymouth, la única marquesa negra de la aristocracia inglesa revoluciona Ascot

Se ha enfrentado al racismo y los snobs, posa en Instagram como un celebrity y ha logrado añadir glamour al título con más alto de Reino Unido, el de marquesa de Bath. ¿Conoces a Emma Weymouth?

Como en el caso de la princesa Ángela de Liechtenstein, la nueva marquesa de Bath es una pionera y como Meghan Markle un icono de estilo. Emma Weymouth es la primera marquesa negra de toda la aristocracia inglesa, y esto que parece poco, en realidad, es mucho, tanto como para que la BBC le dedique un documental dividido en tres partes sobre su irrupción en Longleat, una finca isabelina que representa lo más rancio y lujoso del rancio abolengo inglés y como para que la entrevisten en el evento más pijo de Reino Unido, las carreras de Ascot que este año han contado con la visita de la reina Isabel II.

Hija de un magnate petrolero nigeriano no ha pisado jamás ese país, toda su vida ha discurrido en Londres. Su boda a los 27 años con Ceawlin, vizconde de Weymouth, la convirtió en la primera mujer negra que heredaría el título de marquesa para disgusto de la familia del novio. De hecho, los padres de él no acudieron a su boda y la madre llegó a pedirle explicaciones a su hijo por manchar los 400 años de blanquísimo y británico linaje familiar. Evidentemente la abuela paterna tampoco fue invitada a conocer a sus dos nietos.

Considerar escandalosa la irrupción de esta ex-modelo, presentadora y cocinera instagramer en el marquesado inglés de Bath no deja de ser extraño si tenemos en cuenta que el anterior poseedor del título, el séptimo Lord Bath Alexander Thynn, tenía alojadas en la citada propiedad de Longleat a 75 concubinas oficiales con cuyos retratos pintó las paredes de la gran mansión haciendo todas las posturas del Kama Sutra.

No fue su única rareza, también se casó con una actriz húngara que le abofeteaba y vivía en París con su amante mientras él hacía lo suyo en Reino Unido, vestía como si fuera a presentarse al casting de Harry Potter y disfrutaba de un safari park con leones, lobos y cigüeñas africanas en su propiedad.

Para cuando Alexander Thynn falleció en 2020 víctima del coronavirus y Emma Weymouth heredó la casa de las pinturas del kamasutra, los leones y el título, la sociedad británica ya había aceptado la idea de la diversidad racial en la aristocracia: la portada en la revista Hello el día de su boda y la que le dedicó Tatler (la biblia de los snobs) habían obrado su magia.

Desde el mismo momento en que pronunció sus votos el objetivo no disimulado de la actual marquesa era convertirse en una estrella mediática, lo intentó con programas de cocina online, haciendo de presentadora y después con el documental de la BBC. Hasta se barajó su nombre en el casting de Juego de tronos.

Ahora está volcada en que los múltiples negocios que se pusieron en marcha en la gran propiedad familiar funcionen y en crear nuevas líneas de negocio: a los dos hoteles, el safari park, el pub y la gigantesca mansión quiere añadir una línea de productos agrícolas con su tienda propia.

Pero de vez en cuando además de ser la directora de orquesta de una de las mansiones más grandes de Reino Unido Emma Weymouth se permite el lujo de abandonar los leones y volver a desfilar, como cuando participó en el catwalk de Dolce & Gabbana en 2018. Genio y figura.