Por fin se vislumbra fecha para el gran acontecimiento que la familia Ponce Cuevas lleva meses esperando. Hablamos de la comunión de la hija pequeña de Enrique Ponce y Paloma Cuevas, la esperada reunión del torero y su ex esposa desde que se anunciara su separación y el diestro comenzara su polémica relación con Ana Soria. Ha sido un año más que agitado, en el que la exposición de la nueva pareja en redes sociales causó más de un disgusto en ambas partes. Por un lado, Cuevas tuvo que ver al padre de sus hijos en actitudes cariñosas con su nueva novia y, probablemente, proteger a sus hijas de los comentarios e imágenes que replicaron todos los medios de comunicación Por otro, Ponce tuvo que verse con la incomprensión de parte de la crítica y aficionados taurinos.
Todo ha terminado, como sabemos, en una retirada monumental: de los toros, de las redes sociales y quién sabe si de la canción ligera, ya que Enrique Ponce acariciaba un disco de boleros del que no sabemos aún nada. Lo cierto es que el torero y su novia, la estudiante de derecho Ana Soria, han desaparecido de los medios de comunicación. Por el contrario, la desaparecida Paloma Cuevas disfruta ahora de un renacimiento estilo ave fénix como 'socialite' de lujo y diseñadora en ciernes. No es probable que Soria figure en la lista de invitados a la comunión de la pequeña Ponce: un año de relación aún no califica para entrar en una familia, aunque haya sido tan trepidante que parezca un lustro.
Tras superar dificultades varias, no solo la pandemia y la firma del divorcio, sino un ingreso hospitalario de Victoriano Valencia, padre de Paloma Cuevas, la comunión se celebrará en la finca Cetrina el 11 de septiembre y en la más estricta intimidad. Así lo ha adelantado la periodista Almudena del Pozo, en el programa 'Estando contigo'de Castilla-La Mancha Televisión. Cuevas vuelve a repetir la fórmula que ya ensayó en la comunión de su hija mayor: parece que no quiere que haya ninguna diferencia entre una y otra fiesta y que tampoco habrá exclusiva en su revista de cabecera. Todo sucederá en Jaén, tras las impenetrables puertas de la finca la Cetrina.
Paloma Cuevas ha decidido que, como sucedió en el caso de su hija mayor, su hija menor no tome la comunión con sus compañeros de curso y catequesis, sino en la más estricta intimidad de la antaño finca familiar. No es algo raro en el caso de los famosos: un momento que sirve al común de los niños para estrechar lazos con sus compañeros en la fe, debe quedar en estas versiones exclusivas reducido a acto social y familiar. En este caso, un cóctel de lujo lleno de VIPS: a la misa y fiesta de comunión acudirán, además de la familia, los duques de Anjou Margarita Vargas y Luis Alfonso de Borbón, Adriana Carolina Herrera, Patricia Rato, Genoveva Casanova, Mamen Ramón García, Patricia Cerezo, Cristina Yanes…
Es innegable: el enorme interés que todo lo que rodea a Enrique Ponce y Paloma Cuevas despierta en la prensa complica la normalidad en la celebración de estos acontecimientos que marcan tanto la vida de los niños. Sin embargo, es una pena que la protección de la intimidad impida a los niños famosos vivirlos con sus compañeros y amigos: aunque la confirmación de la fe sea un momento de entrega individual, sin duda tiene una dimensión colectiva de pertenencia a una comunidad que es una pena perderse. Es un día para los comulgantes, aunque se parezca cada vez más a una fiesta para los adultos. De hecho, parece que en la comunión de la hija pequeña de los Ponce Cuevas se torearán unas becerras como guinda de la jornada.