Máxima alerta con el bajón de salud de Ernesto de Hannover: cirugía de urgencia, rehabilitación complicada y un andador

En un momento en el que los fans del universo royal se preocupan por la frágil salud de la princesa Mette-Marit de Noruega o de la reina Margarita de Dinamarca , hay alguien más cuyo bienestar parece también motivo de inquietud. Según asegura la revista alemana Bunte, Ernesto de Hannover sigue sufriendo las secuelas de la operación a la que sometió el pasado mes de diciembre en la clínica Ruber de Madrid. Por este prestigioso centro médico han pasado desde la reina Sofía a Mario Vargas Llosa.

Al parecer, el príncipe de Hannover sigue dependiendo de un andador tras someterse a una intervención de cadera y sus allegados están muy preocupados por él. Pese a que en los últimos años el todavía marido de Carolina de Mónaco ha mantenido un estilo de vida muy activo, con vacaciones desde el sudeste asiático a las pirámides de Egipto y las playas de Ibiza, ahora ha debido dar un paso atrás y tomarse las cosas con más calma.

Aunque en realidad se trataba de una operación rutinaria, tras la cual la mayoría de los pacientes pueden volver a caminar con normalidad al cabo de seis u ocho semanas, el aristócrata sufrió complicaciones, por lo que sigue necesitando a ayuda de un andador para su día a día.

Tras someterse a una primera operación en noviembre de 2024, que no dio el resultado deseado, decidió afrontar un nuevo paso por el quirófano. La rehabilitación fue inicialmente satisfactoria, pero sus progresos fueron cada vez más limitados. Más de tres meses después, continúa la incertidumbre sobre cuándo se recuperará por completo.

Esta circunstancia se une al largo historial médico del aristócrata. En 2005 entró en coma inducido por problemas en el páncreas, por lo que no pudo asistir al funeral de su suegro, el príncipe Rainiero . Tras su recuperación, declaró que había cambiado su estilo de vida poco saludable. Luego vendrían una operación en la rodilla y una nueva intervención de urgencia para extirparle una úlcera. Hace cinco años tuvo un tumor del que fue tratado con éxito.

En 2020 debió ser ingresado en una clínica psiquiátrica tras un incidente en su casa de campo de Grünau. Según informes policiales, el príncipe austriaco pidió ayuda alegando que alguien quería matarle. Cuando los agentes acudieron a su domicilio, Ernesto de Hannover mostró violencia y agresividad hacia ellos.

A sus 71 años recién cumplidos, el aristócrata disfruta de una jubilación dorada en Madrid junto a su actual pareja, la artista Claudia Stilianopoulos , hija de la recordada Pitita Ridruejo. En la capital vive también su segundo hijo, Christian, casado con Sassa de Osma, y Ernesto ha sacado a relucir su faceta de abuelo cariñoso con los hijos de la pareja.

Pero esta apacible existencia madrileña se ha visto ensombrecida por algún encontronazo con la prensa y también por un polémico altercado ocurrido en un restaurante. Entonces el chef de un conocido local hizo público el supuesto mal comportamiento de un príncipe que en su relato «rompe copas, las tira a los camareros, insulta al personal y a los otros clientes, grita, agrede al personal sanitario del Samur que viene a atenderle».

La novia de Ernest de Hannover aportaba posteriormente una versión diametralmente opuesta de lo ocurrido, asegurando que ambos recibieron «un trato vejatorio». También negaba que su pareja estuviera en estado de ebriedad en aquel momento, explicando que había tenido una bajada de azúcar que le llevó a un posterior atragantamiento, del que se recuperó gracias a que ella le realizó la maniobra de Heimlich.