Todas las mujeres de Ernesto de Hannover: Chantal Hochuli, la plebeya a la que traicionó; Carolina de Mónaco, la royal a la que decepcionó y Claudia Stilianopoulos, la mujer con la que quiere encontrar la felicidad

Pocas relaciones oficiales y muchas amigas casuales: así es la vida sentimental de Ernesto de Hannover, el príncipe de las peleas.

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Su vida es una batalla, primero con su primogénito, al que acusa de ingrato por sus intentos de hacerse con el control del patrimonio de los Hannover, y segundo con el alcohol, la adicción que ha estado a punto de costarle la salud. Ernesto de Hannover lo tiene difícil para hacer borrón y cuenta nueva de borracheras, detenciones policiales, altercados públicos o faltas de cortesía, como su ausencia de la boda de Felipe VI con Letizia debido a una resaca gigantesca. De hecho, cada nueva relación en esta última etapa de su vida es contemplada con cierta incredulidad, debido a las impactantes imágenes de su ebriedad que se han publicado en toda la prensa internacional. Muchas mujeres han tratado de salvarle a lo largo de su vida, la última, una española: Claudia Stilianopoulos , hija de la legendaria 'socialite' Pitita Ridruejo. ¿Triunfará donde falló Carolina de Mónaco ?

Ernesto de Hannover con su primera esposa, Chantal Hochuli. / getty images

Chantal Hochuli

Millonaria pero plebeya, Chantal Hochuli y Ernesto de Hannover se casaron enamorados y felices en 1981. De hecho, esta 'socialite' suiza fue la primera mujer no aristócrata que pudo emparentar con la casa Hannover, la más antigua de Europa. El matrimonio vivió entre Londres y Alemania una vida aparentemente feliz: tuvieron dos hijos, Ernesto Augusto y Christian, y se acomodaron a la dulce vida millonaria. Bajo la apariencia de perfección transcurría la verdadera vida de Ernesto, un adúltero en serie. Chantal llevó con resignación las infidelidades del príncipe mientras fueron discretas. Cuando se hizo público su romance con Carolina de Mónaco, íntima amiga además, no tuvo más remedio que pedir el divorcio. Fue en 1996.

Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover, al principio de su relación. / gtres

Carolina de Mónaco

La amistad entre la princesa Carolina de Mónaco y Chantal Hochuli hizo el divorcio aún más humillante. Todo el engaño fue público. En diciembre de 1995, Ernesto de Hannover y Carolina ocuparon juntos la suite del ático del Oriental Hotel de Bangkok (4.000 euros la noche por aquel entonces): la prensa lo publicó en febrero de 1996. «Un viaje cultural», confirmaron los portavoces de la casa monegasca. Poco después, unas fotos en el sur de Francia en las que se besaban confirmaron el rumor. Ernesto de Hannover firmó el divorcio con Chantal Hochuli en 1997 y en 1999 se casó con Carolina de Mónaco, que pasó a ser alteza serenísima a alteza real, princesa de Hannover y duquesa de Brunswick-Lüneburg. De hecho, su pedrigí 'royal' superó al de su hermano, el príncipe Alberto. Ya estaba embarazada de dos meses de Alexandra, bautizada luterana como su padre.

El príncipe Ernesto de Hannover junto a la modelo rumana Simona. / gtrs

Simona (y las demás)

Carolina de Mónaco se convirtió en pocos años, en la nueva Chantal Hochuli y las infidelidades de Ernesto de Hannover comenzaron a rumorearse, primero discretamente y, luego, en la prensa. Su afición al sexo casual es notoria, pues se acumulan testimonios de mujeres jóvenes que han pasado ratos con él en sus frecuentes viajes y escapadas. Además,sus problemas con la bebida comenzaron a pasarle factura: en 1998 agredió a un fotógrafo en el Festival de Salzburgo, se le fotografió orinando en público y la prensa le apodó 'el príncipe de las peleas'. Demasiado para Carolina. Desde 2008, la princesa de Mónaco y el príncipe de Hannover hacen vidas separadas, aunque no han pedido el divorcio. Mientras, Ernesto pasea todo tipo de amigas veinteañeras, aunque sí llega a mantener una relación duradera con la rumana Simona, modelo y bailarina en los clubes nocturnos de Viena con la que se dejó ver entre 2010 y 2015.

Ernesto de Hannover y la condesa María Madalena Bensaude, / gtres

María Madalena Bensaude

Esta condesa de origen portugués es la primera relación estable que se le conoce a Ernesto de Hannover desde su separación de Carolina de Mónaco. La conoció en 2008 en los exclusivos círculos de la alta sociedad alemana y se convirtió en su acompañante misteriosa en la boda de su hijo pequeño, Christian, con la abogada, modelo y 'socialite' peruana Alessandra de Osma en Lima. Maria Magdalena Bensaude se casó a los 27 años con el conde Tassilo Graf von und zu Sandizell, tuvo dos hijos y se divorció para vivir a caballo entre Sudamérica, Portugal y Alemania. Se les rompió el amor discretamente, debido a los altercados y varapalos de salud del príncipe de Hannover: no solo ha estado ingresado varias veces sino que fue condenado a diez meses de prisión por un incidente con la policía austriaca.

Claudia Stilianopoulos

Tras salir de la última clínica de rehabilitación y recuperarse de una pérdida de peso más que preocupante (la báscula llegó a quedrse en los 48 kilos), Ernesto de Hannover paso unas vacaciones de verano en Formentera con su hijo pequeño y sus dos nietos. Sus paseos por las islas baleares debieron sentarle estupendamente, pues todo apunta a que inició un romance en Ibiza que ya pase por Madrid. Se trata de Claudia Stilianopoulos, artista e hija de la legendaria Pitita Ridruejo, de 47 años. Divorciada y con dos hijos, podría ser la mujer que enderezara, definitivamente, al príncipe Ernesto. Si es que eso es posible.