Difícilmente se va a poder confirmar cualquier información que se refiera a la opinión de los reyes Felipe y Letizia acerca de cualquier miembro de la familia del rey. Y, sin embargo, sabemos gracias a múltiples informaciones lo que el rey emérito pensaba de la reina Letizia o lo que esta opinaba del Iñaki Urdangarin. ¿Le damos credibilidad a lo que ahora conocemos acerca de la relación entre los reyes y sus sobrinos? Relativa.
Efectivamente, es muy poco, prácticamente mínimo, lo que conocemos gracias a la confirmación de Zarzuela, de ahí que tengamos que conformarnos con mantener en el terreno de la posibilidad los rumores más o menos insistentes. En este caso, podemos añadirle la verosimilitud de la lógica. Lo que se cuenta hoy en medios virales sobre los sobrinos Marichalar y Urdangarin cae por su propio peso.
En una información sin confirmar, Informalia publica que los reyes Felipe y Letizia están hartos de las polémicas que rodean a su sobrino más fiestero, Froilán Marichalar. Según una fuente extraoficial que se ha puesto en contacto con el website, el rey incluso habría comentado con su hermana, la infanta Elena, el comportamiento del joven.
No es nada extraño que se hayan producido conversaciones entre hermanos al respecto del comportamiento de Froilán Marichalar, ya que en los últimos meses se han publicado informaciones preocupantes, en contextos que incluso podrían haber puesto en peligro su integridad física. Hablamos del robo en un chalet de Ibiza en el que, supuestamente, él habría estado implicado como víctima o del tiroteo en una discoteca de Marbella, donde Froilán celebraba su cumpleaños.
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Sin embargo, las posibles quejas de Felipe y Letizia al respecto de su sobrina Victoria Federica de Marichalar resultan más complicada de entender. Aunque se afirma que el hartazgo de los reyes tiene que ver con ambos hermanos, lo cierto es que el comportamiento de Vic no deja de ser el propio de cualquier joven de su edad. Puede no estar a la altura de lo que se espera de la hija de una infanta, pero tampoco es polémico.
Sin duda, puede que la visibilidad de Victoria Federica y su polémica carrera como influencer de moda pueda sorprender en Zarzuela, desde donde se impone una política de opacidad total al respecto de las actividades y opiniones de los reyes y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Sin embargo, ni la infanta Elena ni sus hijos se encuentran ya bajo el paraguas de casa real.
Desde 2014 y debido a los sucesivos escándalos de corrupción que afectaron a Iñaki Urdangarín y el rey emérito Juan Carlos, la familia real se restringió a Felipe, Letizia y sus dos hijas, con el añadido de la reina emérita Sofía. Todos los demás familiares quedan excluidos de la agenda oficial y de las exigencias de representación que esta conlleva. Pasan a ser familia del rey, sin más.
El rey Felipe y la reina Letizia tienen a los Urdangarin como sus sobrinos favoritos, especialmente a Pablo, el jugador de balonmano. /
En este sentido, es normal que la hija de la infanta Elena aproveche las oportunidades de trabajo que se le ofrezcan y se comporte como las jóvenes de su edad, ya que no guarda relación institucional con sus tíos, sino únicamente personal. ¿Cómo reprocharle a ella nada? Otra cosa es que haya podido haber comentarios de disgusto por parte de los reyes al respecto de la notoriedad de los Marichalar. Efectivamente, ninguno de los dos cultiva la discreción.
Como contrapartida, y siempre según estas informaciones de fuentes sin confirmar, los reyes Felipe y Letizia prestan una especial atención a los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Ambos observan su trayectoria con lógica preocupación por las difíciles circunstancias que han tenido que vivir los cuatro jóvenes desde el encarcelamiento de su padre en 2018, hasta la separación de los cónyuges, aún sin resolver en divorcio.
En este caso, es más que verosímil que los reyes vean con mejores ojos a sus sobrinos Urdangarin, mucho más discretos que sus primos. De hecho, el acercamiento que ha podido producirse este verano en Marivent entre el rey Felipe y su hermana, la infanta Cristina, puede redundar además en una relación más próxima a Juan Valentín, Miguel, Pablo e Irene. Sobre todo a los dos mayores, que ya viven en España.
De estos, parece que el favorito de los reyes de España es Pablo Urdangarin, y no solo por la debilidad que el rey Felipe tiene por todo aquel que persigue la excelencia en el deporte, en su caso el balonmano. Gusta, y mucho, su manera de tratar con la prensa, a la vez cercana, educada y natural. La tranquilidad con la que echó balones fuera en los tensos momentos tras la publicación de las fotos de su padre con Ainhoa Armentia agradó a toda la familia.