Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, sacerdote de cabecera de la casa de Alba, con Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsini, condes de Osorno. /
A su ordenación como sacerdote acudió doña María , la madre del rey emérito Juan Carlos, cuando vivía con don Juan en su chalet de Puerta de Hierro (Madrid). Está claro que Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp (Sevilla, 1973) no es un cura como los demás, aunque por su intensa y efectiva labor al frente de la parroquia de Santa María de las Flores, en el barrio de Pío XII, en Alcalá del Río o en Alcalá de Guadaira nadie diría que está ligado a importantes familias de la aristocracia española, en especial a la casa de Alba. Hace nada que ha dejado una de las parroquias más humildes de Sevilla, con una guardería y una residencia con 40 ancianos a su cargo y más de 3.000 mil fieles a la semana en misa, por su nuevo destino como canónigo en la catedral de Sevilla.
Su genealogía familiar abunda en títulos. Su bisabuelo, Francisco Javier Sánchez-Dalp Calonge, fue el primer marqués de Aracena gracias a Alfonso XIII que lo reconoció con este título por su labor como senador y diputado. Su abuelo, Manuel Sánchez-Dalp y Marañón, era conde de las Torres de Sánchez–Dalp; su abuela, Luisa de Leguina y Delgado, baronesa de la Vega de Hoz. Su tía, Pepita Sánchez-Dalp, marquesa del Saltillo, fue íntima de Cayetana de Alba desde la adolescencia: estuvo en su puesta de largo y en su primer boda. De hecho, Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp conoció a la duquesa de niño, cosa que favoreció que se convierta en el confesor de cabecera y consejero espiritual.
Vídeo. La Casa Alba: la nueva generación
El ascendiente del sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp en la familia Alba es enorme: casó a Cayetano Martínez de Irujo con Genoveva Casanova en el palacio de Dueñas en 2005. A Cayetana con Alfonso Díez, en 2011 y en la misma capilla. En 2021 ofició las nupcias de la tercera generación: caso a Belén Corsini y Carlos Fitz-James Stuart, condes de Osorno, y a Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart, duques de Huéscar, en el palacio de Liria de Madrid. «No he casado a nadie al que no conociera», ha advertido el sacerdote. «A mí no me contratan como si fuese el fotógrafo de una boda o un músico. A los famosos que he casado ha sido porque son amigos míos o están vinculados a mi familia».
«He sido un auténtico privilegiado por vivir a su lado los momentos más importantes de su vida, del final de su vida, porque es cuando más cerca me tuvo», ha explicado Ignacio Sánchez-Dalp sobre su relación con Cayetana de Alba. «Fui su confidente, su cómplice. He sido un privilegiado en los momentos clave de su vida: su boda, la boda de sus nietos, en sus momentos de desazón, de aquellos días en los que necesitaba un pañuelo en los que enjugar sus lágrimas... Bueno, lo que es un confesor, que es más allá de un amigo. Su conciencia la tengo en mi cabeza».
Además de su conexión con la familia Alba, Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp socorrió a Naty Abascal en sus momentos más duros en Sevilla, cuando su hijo Luis Medina volvió de Estados Unidos para reencontrarse con su padre, el duque de Feria, que ya había salido de la cárcel. Luis no lograba avanzar en sus estudios, pero bajo la influencia de Sánchez-Dalp pudo hacerlo. Por suerte, su conexión con los famosos ha tenido casi siempre un tono festivo. Ha casado a Cayetano Rivera y Eva González, a Carolina Herrera y a Miguel Báez El Litri o a Tita Astolfi y Gigi Sarasola. Incluso viajó al gallego Pazo de Meirás para casar a la hija de Merry Martínez-Bordiú .
Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp ofició la boda de Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsini, en 2021. /
Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp consoló a Patricia Rato tras su separación de Espartaco. Y se enteró de los primeros del noviazgo de Rosauro Varo con la actriz Amaia Salamanca. Es íntimo del empresario, quien firmó como testigo cuando tomó posesión como párroco de Santa María de las Flores, hace ya unos años. Este sacerdote tan bien conectado lleva, además, la pasión taurina en los genes. Su familia cuenta con ganadería propia y es sobrino de Manuel González, que durante siete años fue apoderado del diestro Francisco Rivera Ordóñez. En el mundo cofrade también le adoran: fue pregonero de la Semana Santa sevillana en 2006 y es miembro de 20 hermandades.
Con solo 6 años, Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp ya jugaba a celebrar misas y sus amigos le llamaban 'el curita'. En su casa tenía un altar montado con los ornamentos que le prestaba el sacristán de su colegio, los Jesuitas. Lo que quizás ni imaginaba el pequeño Ignacio, que también ayudaba como monaguillo, es que el juego se haría carrera vital casi dos décadas después. La visita de Juan Pablo II a Sevilla en 1993 le despertó la vocación. A los pocos meses ingresaba en el seminario dejando colgada la carrera de Derecho en segundo curso.