La infanta Sofía apura sus vacaciones antes de viajar a Gales para comenzar el Bachillerato en el internado UWC Atlantic College, donde también estudió la princesa Leonor. /LIMITED PICTURES
La infanta Sofía apura sus vacaciones antes de viajar a Gales para comenzar el Bachillerato en el internado UWC Atlantic College, donde también estudió la princesa Leonor. / LIMITED PICTURES

LA SEGUNDA NO TIENE PREMIO

La infanta Sofía se marcha a Gales con un incierto futuro por delante: dos años para definir su camino y su papel en la Casa Real

La infanta Sofía tiene dos años para pensar qué profesión va a desempeñar. Será en el internado de Gales donde estudiará Bachillerato. Una cosa está clara: su futuro está fuera de la familia real.

Los reyes ya han despedido a Sofía. Termina la cuenta atrás para la incorporación de la infanta al internado de Gales donde estudiará los dos años correspondientes al Bachillerato que cierran la educación obligatoria en España. Seguro que la pequeña de la familia ha aprovechado sus vacaciones de verano para preguntarle a su hermana, la princesa Leonor, sus últimas dudas sobre la vida en el UWC Atlantic College, donde llega este mismo martes.

La infanta Sofía, que ha llevado un top corto y unos pantalones cargo para viajar a Gales, está a punto de enfrentarse a su primer año de vida independiente, fuera de España, aunque aún muy tutelada. No será un cambio drástico, pues junto a su hermana ya ha disfrutado de campamentos en el extranjero que las separaron de sus padres. Sin embargo, su situación personal es muy diferente a la de la princesa Leonor y, de alguna manera, mucho más trascendental.

Sofía tiene su futuro en las manos, Leonor no

Es la infanta Sofía la que pasa de cero a cien en este año de exilio escolar en Gales. Mientras que la princesa Leonor se limita a seguir un camino trazado por otros hace décadas, Sofía sí tendrá que tomar decisiones importantes para su futuro tras su graduación. Determinantes, diríamos, pues condicionarán probablemente la carrera universitaria que curse y el trabajo que desempeñará cuando cierre su ciclo formativo.

El desarrollo profesional de los hijos de reyes que no heredan trono es un quebradero de cabeza creciente para las familias reales. A lo largo del siglo XX, los segundos y demás hermanos pequeños se iban repartiendo títulos y aún podían recibir algún tipo de sueldo por cumplir su parte de eventos en la agenda oficial de la monarquía. En la práctica, no trabajaban. Sobre todo ellas, destinadas, en el pasado, a un matrimonio aristocrático.

La última salida pública de la familia real, para cenar en uno de sus restaurantes favoritos de Palma de Mallorca. / LIMITED PICTURES

Todo ha cambiado en las últimas décadas, con el progresivo adelgazamiento de la monarquía. Ya no está bien visto que los presupuestos generales del Estado carguen con los gastos de familias reales numerosas y cada vez son menos las personas que conforman la familia real como tal. Es algo que ya tuvo en cuenta Juan Carlos I, aunque no se puede decir que dejara de la mano totalmente a sus dos hermanas.

Las infantas de España deben trabajar para mantenerse

Durante el reinado del emérito, la familia real también la formaban únicamente padres, hijos y abuelos. Sin embargo, Juan Carlos de Borbón incluyó a la infanta Pilar entre los miembros de la familia del rey con tareas de representación y recibió un estipendio por ello. Las infantas Elena y Cristina cobraron una asignación de Casa Real mientras su padre estuvo en el trono. Desde 2014, dependen de ellas mismas.

A pesar de quedar fuera de la familia real, las infantas Pilar y Margarita se dedicaron mucho a la Corona. Lo mismo que Elena y Cristina, hasta la proclamación de Felipe y Letizia como reyes. Sin embargo, la cuestión de su formación no se tomó tan en serio como en el caso del heredero al trono y las infantas dependieron de los contactos de su padre para encontrar trabajo en las sendas fundaciones que las emplean.

Ingrid de Noruega, la princesa heredera al trono del país nórdico, junto a su hermano, Magnus. / d.r.

En el caso de la infanta Sofía, se ha dado un volantazo a la política de formación y seguirá la misma ruta que la heredera, excepto en lo que toca a la formación militar. Se trata de que la pequeña pueda incorporarse al mundo profesional con todas las garantías, más allá de que su apellido le destinará posiciones relevantes. El objetivo es que sea independiente, ya que la proclamación de Leonor como reina significará el fin de su asignación.

En Noruega tienen el mismo problema con Magnus

De momento, los reyes Felipe y Letizia no han hecho referencia a la particular circunstancia de la infanta Sofía, una Borbón que tendrá que buscarse la vida en el mundo profesional. Sin embargo, su matriculación en el UWC Atlantic College de Gales es la confirmación de una atención concreta a su situación. Sí lo han hecho los reyes noruegos, Haakon y Mete Marit, al respecto del príncipe Magnus, el hermano menor de la heredera, la princesa Ingrid.

«Espero que tenga que encontrar su propio camino en la vida», explicó el rey noruego durante las vacaciones de la familia real. «Será Ingrid quien asuma el papel. Magnus probablemente participará en algo, pero no creo que tenga un papel oficial o un puesto a tiempo completo. Ese no es el plan. Así que tiene que encontrar algo que quiera hacer en la vida».