La foto de familia de la confirmación de la infanta Sofía, con la princesa Leonor junto a su abuela materna, Paloma Rocasolano. / limited pictures

TENSIÓN ENTRE REINAS

Todo lo que desvela la foto de familia en la confirmación de la infanta Sofía: del despiste de la emérita al afecto de Paloma Rocasolano

Cada foto de grupo en los eventos familiares de los reyes supone una ocasión de oro para comprobar cómo respiran afectivamente Felipe y Letizia. En la confirmación de la infanta Sofía mucho ha quedado desvelado.

Cada vez que la familia real se reúne por un acontecimiento privado supone una nueva oportunidad para escudriñar el estado real de sus relaciones afectivas. La confirmación de la infanta Sofía no ha sido una excepción: por fin hemos podido ver quién es convocado y quién no cuando la cita no es institucional, sino puramente sentimental.

La reina Letizia, con un look impecable pero sobrio, no sobresalía por encima del vestido de flores de la princesa Leonor. Por fin, una prueba palpable que identifica quiénes son las personas importantes para la vida emocional de Sofía y Leonor.

Sabemos que los Borbón son una familia desestructurada desde que el rey emérito Juan Carlos rompió la armonía matrimonial muy en los inicios de la relación con la reina emérita Sofía. Las subsiguientes rupturas entre hermanos, tensiones aún no solventadas, terminaron de hacer añicos a una familia que hoy vemos reconstruida.

La reconstituida familia real muestra ahora mismo una composición sintomática: ahora mismo, son más Ortiz que Borbón los que integran el núcleo afectivo familiar. A la confirmación de la infanta Sofía asistieron, en perfecta armonía, los abuelos maternos, los padres de Letizia, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz.

El abuelo Juan Carlos faltó a la confirmación de Sofía

La foto de familia que vimos en la comunión de la infanta Sofía no puede ser más expresiva: flanqueando a los reyes Felipe y Letizia y sus hijas se colocaron sendas abuelas, Paloma Rocasolano y Sofía de Grecia, y solo un abuelo. La ausencia del rey emérito Juan Carlos en los ritos de inicio en la vida adulta de sus nietas Leonor y Sofía se ha convertido ya en lo normal.

A los efectos de percepción pública, podría parecer que el rey Juan Carlos sólo muestra interés en aparecer en los actos puramente institucionales. Sabemos que el abuelo emérito ha insistido en participar en la jura de la Constitución que la princesa Leonor protagonizará en cuanto cumpla los 18 años, acaso en el mismo día de su cumpleaños.

Existe indudablemente un deseo de afirmarse en la línea de sucesión al trono, de forma que el legado del emérito quede reivindicado. No sabemos, sin embargo, si las relaciones familiares y privadas suscitan el mismo interés por parte del emérito Juan Carlos.

Las orgullosas abuelas, Sofía de Grecia y Paloma Rocasolano, observan desde un lateral el posado de los reyes Felipe y Letizia junto a sus hijas, Sofía y Leonor, con motivo de la confirmación de la infanta. / limited pictures

Casa Real pretende que ningún cuestionamiento debido al comportamiento del emérito afecte al futuro de la monarquía, un objetivo que se traslada a los posados de la familia al completo que hemos visto en la confirmación de la infanta Sofía. La posición que ocupa cada familiar es clave.

Se ha hablado de un momento de tensión discreto pero captado por las cámaras. Se trata de un micro momento de confusión que desvela disensiones a la hora de escenificar la posición de cada uno de los miembros de la familia real en relación a la persona más importante en este momento: la princesa Leonor.

La heredera al trono es el bien máximo a proteger por Casa Real y, como ha vuelto a quedar de manifiesto en el posado familiar previo a la confirmación de la infanta Sofía, la debilidad de la emérita. La abuela Sofía parece tener una favorita y es la futura reina.

La abuela Sofía tiene debilidad por su nieta Leonor

No nos debe extrañar nada este favoritismo de la reina Sofía: las biografías oficiales y no oficiales desvelaron que se volcó extraordinariamente en su hijo, el príncipe Felipe y futuro rey, y que las infantas Elena y Cristina parecieron siempre un escalón por debajo de su hermano en términos de afecto.

Es público que la reina Sofía es extraordinariamente profesional y escrupulosamente tradicional en lo que compete a los deberes sucesorios. Por eso, su empeño por vincularse de manera cómplice con su nieta Leonor y, además, que tal relación se visibilice es perfectamente lógica.

En el posado de familia que propició la confirmación de la infanta Sofía se produjo lo que podríamos denominar un pequeño malentendido. De nuevo, la reina Letizia era perfectamente consciente de la posición que debía guardar cada persona en la foto y se encargó de hacerla valer. Cabe preguntarse por qué ningún miembro de protocolo se ocupa de esta tarea, de forma que no tengamos que ver a la monarca reconviniendo a la reina Sofía o cualquier otro familiar.

El momento de tensión en que la reina Sofía sostenía de la mano a la princesa Leonor. / D.R.

En el momento de colocarse, vimos cómo la reina emérita Sofía, insistentemente abrazada a la princesa Leonor, quiso colocarse a su lado en la foto y la reina Letizia tuvo que separarla de su hija mayor, a la que llevaba de la mano, y asumiera que su lugar estaba en el otro extremo de la foto, al lado de la infanta Sofía y en el lugar más alejado de la futura reina. La abuela se resistió durante unos segundos, pero la reina Letizia se mantuvo firme.

La familia real a la salida de la confirmación de la infanta Sofía, con la reina Sofía ne el centro, del brazo de la reina Letizia, y de la mano de Paloma Rocasolano. / limited pictures

Debemos insistir en este detalle: aunque el afecto hacia la reina Sofía es evidente y toda la familia se vuelca en expresiones de cariño con ella, su posición en la foto es reveladora. A la salida de la iglesia de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Aravaca, donde la infanta Sofía se confirmó apadrinada por su padre, el rey Felipe VI, una nueva foto visibilizó la evidente intención de no colocarla al lado de la princesa Leonor.

En su despedida hacia la celebración íntima y familiar, quizá una comida en algún restaurante cercano, como sucedió en la confirmación de Leonor, la familia real al completo volvió a posar ante las cámaras. En esta ocasión, la reina Sofía ocupó la posición central, como el miembro de mayor edad.

La flanquearon Letizia, de su brazo, Paloma Rocasolano cogida de su mano y a cada lado, Felipe, Sofía y Leonor, junto a su abuelo materno. De nuevo, Letizia se colocó entre abuela y princesa. Puede que en lo íntimo la relación sea estrecha y afectuosa, pero en público la intención es clara: si Felipe ha consumado el borrón al reinado de su padre, que Leonor suponga la cuenta nueva.