EMBAJADORAS BORBÓN
EMBAJADORAS BORBÓN
La princesa Leonor y la infanta Sofía entregan por sexto año consecutivo los Premios Fundación Princesa de Girona, la pica en Flandes más ambiciosa de Casa Real. A lo largo de dos días repletos de actividades públicas, las hijas de los reyes Felipe y Letizia se sumergen en una agenda milimétricamente calculada para envolver en las más dulces mieles Borbón a la sociedad civil catalana, esa que no termina de congraciarse al cien por cien con los símbolos de lo español, entre ellos, la monarquía.
Aunque la presencia de la princesa Leonor es relativamente novedosa, pues solo lleva cinco años participando activamente en el ceremonial anual que orquesta la fundación que lleva su nombre, la Fundación Princesa de Girona cumple ahora 15 años de vida.
Son tres lustros de actividad cuidadosamente diseñada para encontrar un acomodo de la representación de la Corona en el territorio catalán. Una tarea que no ha sido nada fácil. Aunque, sin duda, la presencia de Leonor y Sofía, tan genuinamente comprometidas, acompaña a una sociedad catalana más serena.
Aunque cada año se afirma más y mejor la misión de la Fundación Princesa Girona, empeñada en promover el talento joven, a su agenda le falta un apoyo más directo de la Generalitat. Puede que ese sea el objetivo primero del desembarco de la familia real, no solo Felipe y Letizia sino sobre todo Leonor y Sofía, en Girona: lograr que se restablezcan las relaciones institucionales con el Govern y que, en un futuro próximo, el President pueda acudir a la ceremonia con normalidad. Este año tendrá lugar el 10 de julio en el Palacio de Congresos Costa Brava de Lloret de Mar.
A estas dificultades, Casa Real y la Fundación Princesa de Girona responden, más que inteligentemente, con una delicadeza extraordinaria. Puede leerse entre las líneas del programa de eventos que se prepara para Leonor y Sofía, en el que nunca falta un sentido homenaje a la cultura catalana. Este año, los protagonistas catalanes de la agenda son dos iconos de la cultura que han alcanzado relevancia internacional: el artista Jaume Plensa y la ex nadadora olímpica de natación sincronizada Ona Carbonell.
Un día ante de la entrega de los Premios Fundación Princesa de Girona en Lloret de Mar, la princesa Leonor y la infanta Sofía visitarán el taller de Jaume Plensa en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona). Allí conocerán de cerca cómo este artista plástico, escultor y grabador pone en pie sus piezas más icónicas, las imponentes cabezas con los ojos cerrados que ha colocado en la plaza de Colón de Madrid o en el Rockefeller Center de Nueva York, y también en espacios urbanos de Suecia, Niza, Montreal o Tokio.
Probablemente, Leonor y Sofía conozcan de boca del mismo Plensa que sus famosas cabezas, realizadas en resina de poliéster y polvo de mármol, pertenecen a personas reales. «El azar hace que conozca a una persona y le pida si me deja escanear su cabeza», contó el artista en Televisión Española. Quizá su fascinación por el cuerpo humano, sobre todo por «el lugar donde se materializan las ideas», tiene que ver con sus primeros estudios universitarios: Medicina.
La otra catalana ilustre que tendrá una participación destacada en la agenda de los Premios Fundación Princesa de Girona es la barcelonesa Ona Carbonell, ganadora de dos medallas olímpicas en Londres con el equipo español de natación sincronizada. Compartirá su increíble historia de éxito y superación.
Sin embargo, el protagonista más celebrado seguramente será Marc Schneeberger, Premio Princesa de Girona Investigación 2023, y nacido en Lloret de Mar. Será el anfitrión del encuentro entre Leonor y Sofía y una treintena de jóvenes que participan en los distintos programas de la fundación.
Más allá de las personalidades catalanas, lo que sin duda destaca en el intenso programa de dos días que propone la Fundación Princesa de Girona es el contacto directo de la familia real, en especial de la princesa Leonor y la infanta Sofía, con las personas que se van vinculando a la fundación. Profesionales jóvenes que primero se benefician y luego difunden las bondades de esta extraordinaria iniciativa de promoción del talento.
En este sentido, cabe señalar el deseo de la Fundación Princesa de Girona de contar con más arraigo local de sus actividades y poder impulsar más talento joven en el propio territorio gerundense. «Me gustaría que nuestros proyectos llegaran a las escuelas, en la universidad y a los emprendedores de Girona, pero sin la complicidad del Ayuntamiento es difícil», se ha lamentado Salvador Tasqué, director de la fundación.