Como cada año por estas fechas, la cuestión de las vacaciones de la familia real se convierte en el centro de atención. Durante la última década, la clásica reunión anual en Marivent ha pasado a ser un verdadero problema para los reyes Felipe y Letizia , obligados a hacer encaje de bolillos con su agenda para encajar unos días en Palma de Mallorca. No es un problema de días, sino de coincidencias.
No podemos descartar que la reina Letizia , poco aficionada a las regatas y nada afecta a los círculos de influyentes que frecuentaba el rey emérito Juan Carlos, haya intentado romper con la costumbre Borbón de veranear en Palma de Mallorca. De momento, lo único que se ha logrado es reducir los días que la familia real pasa en Marivent y transformar la antigua campechanía real en salidas programadas de la agenda oficial.
Para la reina Letizia , las vacaciones en Marivent forman parte de sus obligaciones como monarca y no una parada de su tiempo de descanso. Solo el rey Felipe continúa la tradición de mezclar trabajo y ocio gracias a la Copa del Rey de Vela, en la que participa desde que era adolescente. De las cuarenta ediciones que se han celebrado en Palma, el monarca solo ha faltado a cuatro.
La Copa del Rey se celebra este año entre el 30 de julio y el 6 de agosto, en una edición especial que celebra los 75 años de vida de la competición. La familia real tiene que barajar fechas en ese lapso de tiempo, pues la participación del rey Felipe VI es ya tradición. Quedarían aún diez días para viajar a algún destino secreto y discreto, antes de que Leonor iniciara su formación militar en la Academia Militar General de Zaragoza, el 17 de agosto.
Evidentemente, las vacaciones familiares de la familia real se complican conforme aumentan las responsabilidades de la princesa Leonor y la infanta Sofía , pues sus calendarios lectivos ya no son tan amplios. De hecho, Sofía marcha a Gales para comenzar sus estudios de Bachillerato en el UWC Atlantic College alrededor del día 28 de agosto, ya que el primer día de clase está marcado para el 29.
Pero, como decíamos, no son solo problemas de agenda y el calendario de la Copa del Rey de vela lo que condiciona las vacaciones en Marivent de la familia real. Claramente, el rey Felipe no quiere desistir de su cita deportiva favorita ni dejar de acompañar a su madre, la reina emérita Sofía , en un veraneo que en los últimos años se ha podido percibir como solitario. Pero las bajas en palacio han sido más intuidas que evidentes.
No sabemos a ciencia cierta cómo han sido exactamente las estancias en Marivent de las hijas de los reyes eméritos, las infantas Elena y Sofía, y sus hijos. Al no formar ya parte de la familia real, sus idas y venidas no deben comunicarse y existen más dificultades para detectarse. De hecho, si no salen de las instalaciones de palacio es muy difícil asegurar a ciencia cierta si han estado o no.
Lo que sí se queda claro es que los reyes Felipe y Letizia , al fin y al cabo los titulares de un palacio que se mantiene con fondos públicos, han puesto condiciones para acudir a Marivent junto a la reina Sofía . Hace años que ya no coinciden con la infanta Cristina, debido al encarcelamiento de Iñaki Urdangarin por el caso Nóos. Últimamente, tampoco parecen afectos a la compañía de la infanta Elena.
Si hubo un momento en el que parecía que la relación del rey Felipe con sus hermanas podría reconducirse, este verano parece que lo desmiente. De hecho, 'Monarquía Confidencial' asegura que la lista negra de los reyes para sus vacaciones en Marivent se ha ampliado, y no solo afecta ya a la infanta Cristina, sino también a los Marichalar Borbón, Froilán y Victoria Federica.
Los reyes Felipe y Letizia quieren evitar coincidir con los dos miembros de la familia real que se han distanciado absolutamente de la discreción a la que obligaba el apellido Borbón. Froilán, por sus polémicas fiestas nocturnas, en lugares donde salen a relucir drogas, pistolas y navajas. Victoria Federica , por su trabajo como influencer al servicio de marcas publicitarias.
Un verano más, la lista de invitados de Marivent permite a los observadores y analistas comprobar la firmeza del cordón sanitario que los reyes Felipe y Letizia levantaron para proteger a la institución de los escándalos familiares. Confirmamos: continúa irrompible. El cisma en la familia se traslada así a la tercera generación Borbón, con al menos dos de los nietos de los eméritos Juan Carlos y Sofía marcados como indeseables: Froilán y Vic.
20 de enero-18 de febrero
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